jueves, 2 de junio de 2016

Anulan la multa al aficionado del Athletic sancionado en Valladolid por cantar el himno

Artículo publicado en el diario Deia el 01/06/2016

A Fernando Ramos, el aficionado del Athletic que fue multado con 90 euros por cantar el himno del Athletic en Valladolid, le han anulado esta polémica sanción.


Copia de la multa impuesta a un aficionado rojiblanco
en Valladolid tras el título de la Supercopa.

Los hechos ocurrieron en capital vallisoletana la noche en la que el Athletic se alzó con la Supercopa. Sobre las 2.50 horas de la madrugada, tres aficionados, engalanados con camisetas y bufandas rojiblancas, caminaban hacia sus respectivos hogares tras haber visto el partido en la sede de la Peña La Catedral. Uno de ellos era Fernando.

“Íbamos los tres por la Plaza España. Yo iba cantando el himno del Athletic mientras los otros dos hablaban entre ellos y, de repente, apareció un coche de la Policía Municipal. Bajaron dos agentes, nos pidieron la documentación, nos dijeron que no se podía cantar en la calle a esas horas de la noche y me multaron con 90 euros”, explicó en aquellos momentos.

Ahora, el Ayuntamiento de Valladolid ha anulado esa sanción. Tal y como explica Ramos, "durante todo este proceso no se tuvieron en cuenta mis alegaciones, interpuse un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 2 de Valladolid".

El aficionado del Athletic denunciaba, por una parte, la ilegalidad de la multa ya que sancionaba “ruidos domésticos”. "Yo estaba cantando en plena Plaza de España", aclara.

Por otro lado, también denunció la arbitrariedad de la sanción. "En muchas otras ocasiones aficionados de otros equipos de fútbol habían celebrado en la ciudad las victorias de sus equipos, mientras que la Policía municipal aprovechaba el escaso número de aficionados del Athletic para sancionar a uno de ellos por cantar", expone Ramos.

Una vez interpuesta esta demanda ante el Juzgado, la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento presentó un escrito informando que se anulaba la sanción recurrida porque “pudiera no ajustarse a derecho”. Se reconocía así la ilegalidad de la multa impuesta por la Policía Municipal.