lunes, 27 de julio de 2015

Iribar, nace el mito

Fragmento extraído del libro 'La gran historia del deporte vasco'

Daba la sensación de que el destino quería levantar leyendas para ser siempre recordadas. Espejos en los que mirarse, referentes sobre los que lanzar las ilusiones para sentirse reconfortados. Así, el fútbol pondría en bandeja, y bajo los palos, su mito particular de los sesenta que se iba a proyectar, con fuerza y sin vergüenza, también en los setenta.

Un chaval nacido en Zarauz, curtido en la arena de la playa, apareció para amargar el campeonato de Copa de 1962 al Atlético de Madrid. El Basconia se lo puso tan dificil al conjunto "colchonero" que la eliminatoria tras un partido de desempate, cayó del lado de los vascos.

El culpable de aquel traspiés madrileño fue un joven portero, al que los técnicos del Athletic ya habían echado el ojo, llamado José Ángel Iribar.


Los comienzos de "El Chopo"
Iribar jugó con quince años en el juvenil del Zarauz, en una época
en la que compaginaba su afición al fútbol con sus labores del
caserío. Después, pasó al Basconia y de ahí al Athletic.
Foto: José Ángel Iribar

¡Un millón de pesetas! (6000€) Un kilo de los de entonces, de los de 1962, pagó la directiva rojiblanca por los servicios de esta promesa del fútbol. "Tiene la facultad de colocarse en el sitio ideal para cubrir más portería. Después un sentido milimétrico en las distancias, algo sensacional, para salir del marco. Este chico se encuentra siempre en la trayectoria del balón. Algo sensacional".

Palabras del maestro Zamora, recogidas por Andoni Zubiaga, que reflejaban a la perfección las magnificas dotes de Iribar como portero. Sin embargo, a su llegada al Athletic las cosas no fueron fáciles. La portería estaba muy bien cubierta por Carmelo Cedrún, que hizo esperar al "Chopo" hasta mediada la temporada 1963-1964, en partido ante el Valencia.


En la playa de Zarauz
Un niño del Salleko apellidado Iribar, el primero por la izquierda,
empezó a destacar en aquellos campeonatos playeros en los que
se jugaba descalzo
Foto: José Ángel Iribar

A partir de ese momento, la portería quedó en sus manos. Y fue en 1966, durante la final de Copa contra el Zaragoza de los Canario, Santos, Marcelino, Lapetra y Villa, donde se confirmó la grandeza de José Ángel.

El Athletic perdió por 2 a 0, pero el "Chopo" estuvo inconmensurable. Se convirtió en el mejor y la afición le hizo pasar a la historia antes de tiempo a golpe de un estribillo que ha saltado las barreras de la memoria colectiva: "Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno".
Una verdad incontestable bajo los palos hasta 1980.


El portero más elegante
José Ángel Iribar es uno de los grandes mitos en la historia del Athletic
Defendió la meta rojiblanca desde 1962 hasta 1980 y fue considerado
por todos como uno de los mejores guardametas del mundo.
Su fama traspasó fronteras por su elegancia y seguridad bajo los palos.
49 veces internacional, aburrió a todos sus suplentes y continuó con
la excelsa lista de porteros del Athletic que iniciaron Blasco, Ispizua,
Lezama y Carmelo. Durante su extensa carrera deportiva vivió un
sinfín de anécdotas, como los cinco penaltis que paró al Deportivo
en un Torneo de 1964. Su modestia siempre le ha llevado
a aclarar que "paré cuatro, porque el quinto pegó en el poste".
Foto: Manu Cecilio, El Correo