sábado, 16 de mayo de 2015

Bata aplasta al Barça

Reportaje publicado por K. Txakartegi en el diario Deia el 16/05/2015

Un gol del barakaldarra sirvió para que el athletic sumara en 1932 otra copa


Blasco, presionado por Samitier, ante la presencia de Bata. (Foto: DEIA)

Un par de reveses inesperados y con todos los clubes ansiosos por destronar al Athletic, la corona liguera fue a parar a manos del Real Madrid. El objetivo del conjunto rojiblanco se centró entonces en conquistar la tercera Copa en propiedad. Ya en primera ronda los leones demostraron su interés superando sin grandes problemas al Real Unión (1-3 y 4-1), para después ser el Alavés quien corriera la misma suerte (2-0 y 2-3). La superioridad bilbaina fue mayor en semifinales, donde el equipo apabulló al Espanyol tanto en San Mamés (8-1) como en Sarriá (0-4), con Bata marcándose una manita en el global de la eliminatoria. En la final aguardaba el Barcelona.

La tarde dominical del 19 de junio de 1932 reinó el sol, tórrido, que aún calentó más el ambiente, caldeado por el viento sur. Cilaurren, a quien se fichó tras una monumental bronca con el Arenas, causó baja debido a una lesión y su puesto lo ocupó Uribe, al tiempo que la moneda lanzada al aire por el árbitro propició que el viento fuera favorable en la primera parte a los azulgranas, que apostaron por el toque, hoy tradición, mientras los rojiblancos lo fiaron todo a las bandas.

Con el rival sin profundidad, Blasco, Castellanos y Urkizu aguantaron bien en la retaguardia. Una mención especial merece este último jugador, el ondarrutarra, que después de crecer en Osasuna y jugar en el Real Madrid, militó en las filas del Athletic entre 1925 y 1935, antes de colgar las botas en el Barakaldo. Es más, luego se convertiría en técnico de los rojiblancos entre 1940 y 1948, alzándose con un título de Liga y tres Copas. Para ser homenajeado.

Erraron los culés la opción de adelantarse en el marcador en el minuto 32, cuando Roberto cortó con la mano un centro de Pedrol. Zabalo, un zaguero, desaprovechó el penalti al mandar el balón a las nubes. La igualdad presidió la segunda parte hasta que en el minuto 57 Blasco despejó con los puños un envío de Arocha, el cuero cayó en los pies de Uribe, este lo cedió a Iraragorri, quien a su vez lo entregó a Lafuente. Con una magistral finta dribló a Martí, superó a Alcoriza y centró a la cabeza de Bata, que dejó convertido en estatua a Nogués.

El sofocante calor derritió la fortaleza del Barça y Lafuente fue a recoger el cetro, entregado por el ministro de Obras Públicas del Gobierno de la República, Indalecio Prieto.

160.000 pesetas de taquilla

El gesto más afamado fue el de Chirri II, el cerebro de las medias caídas, que aplastó el quinto bombín en tres años de Míster Pentland. Le arrebató el singular sombrero dándole un puñetazo al mismo en sentido cómico, celebración que comenzó a ser ya habitual en las victorias rojiblancas. Las crónicas señalan como héroe de aquella cita a Lafuente, subrayando que el lleno del feudo blanco derivó en una recaudación de 160.000 pesetas de la época.

El propio Athletic había vendido localidades por valor de 14.000 pesetas y la directiva, para celebrar el triunfo, acordó dar un plazo de ingreso de socios sin pagar la cuota de entrada. Más de un millar de seguidores sacaron el carné en medio de una nueva euforia. Eso sí, el diluvio de agua que cayó obligó a las bandas de música y a las charangas a parar en el festejo, al tiempo que en Torremadariaga se formalizó un banquete al que asistieron los jugadores, directivos y técnicos.

En el momento en que corría el champán y los brindis, los propios miembros del club quisieron chafarle otra vez el enésimo bombín al entrenador, que esta vez cedió encantado. Un equipo con etiqueta de oro continuó escribiendo en mayúsculas la historia de una entidad envidiada y a la que había ganas de derrotar dentro y fuera del campo.

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ATHLETIC 1 - BARCELONA 0


ATHLETIC: Blasco, Castellanos, Urkizu, Uribe, Muguerza, Roberto, Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri II y Gorostiza.

BARCELONA: Nogués, Zabalo, Alcoriza, Martí, Guzmán, Arnau, Piera, Arocha, Samitier, Ramón y Pedrol.

Goles: 1-0: Min. 57, Bata.

Árbitro: Escartín.

Incidencias: Chamartín. 19 de junio de 1932. Tarde calurosa en el estadio madrileño. Terreno de juego duro y seco.