martes, 10 de febrero de 2015

Entrevista a Ibai Gómez

Entrevista publicada por Ana Gutiérrez en el numero 12 de Marca Plus

Hombre de club como él, pocos quedan. Ibai Gómez (Bilbao, 1989) todavía recuerda con angustia los dos momentos gloriosos que su Athletic dejó escapar en la etapa de Bielsa. Consciente de sus galones dentro del vestuario, no deja que el dolor haga mella en su camiseta y mira con esperanza al futuro teñido de rojiblanco.


Esta temporada está siendo un poco convulsa para el Athletic. ¿Cómo ve usted al equipo desde dentro?

El inicio de temporada ha sido bastante raro. Teníamos el partido del Nápoles para clasificarnos para Champions y creo que, inconscientemente, después de conseguir el pase piensas que al haberlo logrado es como si terminara la temporada. Fue un error. No fuimos conscientes de ello y no empezamos bien en Liga. Es difícil darle la vuelta, pero creo que el equipo está cambiando.

¿Confían en entrar en Europa?

Todavía queda mucho, pero tenemos la ilusión de pelear por los puestos europeos. El equipo está cambiando la cara en Liga, en Copa sigue adelante y estamos en la Europa League. Hemos sacado siete puntos en Champions, creo que deberíamos haber sacado más pero ha habido partidos en los que no hemos estado bien. Nos tenemos que quedar con que tenemos nuevas ilusiones, con que el equipo va retomando el juego y también los resultados. Poco a poco se va viendo más lo que realmente somos.

La Liga esta complicada, pero lo cierto es que el fin de la bipolaridad Madrid-Barça está decayendo desde la llegada del Atlético. ¿Lo considera positivo?

Creo que es positivo tanto para la Liga como para los aficionados. Cuantos más equipos haya para pelear por la Liga, mejor. Este año creo que hay más de tres. Sevilla y Valencia están a muy buen nivel, además del Atlético de Madrid, Real Madrid y Barcelona, que llevan muchos años. Es mejor que haya más igualdad y más competitividad.

¿A qué equipo ve más fuerte para alzarse con el título?

Creo que el Real Madrid está más fuerte que los demás este año.

LA ETAPA DE BIELSA

¿Cuesta despertar de la gloriosa etapa de 2011-2012 que vivió el Athletic?

Fue una temporada muy especial, sin duda la mejor que hemos vivido, Llegar a dos finales es espectacular, pero es triste llegar a ellas y terminar la temporada sin conseguir ningún título. Habíamos puesto mucha ilusión en ellas, y después de tantos años sin llegar a estar tan cerca, no conseguirlo fue un palo muy duro, verdaderamente duro.

¿Qué se hablaba en el vestuario tras esas finales?

Teníamos muchísimas esperanzas porque eran dos finales y esperas conseguir por lo menos una, pero no fue así. Fue muy duro, pero pasado el tiempo lo tenemos que tomar como algo positivo porque no es fácil llegar a dos finales. Nos quedamos con que el equipo hizo una temporada muy buena.

Especialmente dura fue la final de Europa League contra el Atlético porque eran favoritos.

La del Atleti fue la final en la que más ilusión se generó porque habíamos hecho una Europa League muy buena. Nos enfrentámos a un equipo, yo creo, más asequible que el Barcelona porque en esos momentos el Barça estaba a un nivel espectacular. Y quizás eso tuvo que ver en cómo transcurrió el partido. Cuando se pusieron 3-0 ya sabiamos que era muy difícil dar la vuelta, y cuando pitó el árbitro el final nos derrumbamos porque habíamos perdido una oportunidad única.

Su paso por la competición europea fue espectacular. Sobre todo el encuentro en Old Trafford con el que maravillaron al Viejo Continente. ¿Cómo lo vivió?

Yo estaba en el banquillo y cuando me tocó calentar la banda, pensaba: "Quiero seguir viendo el partido". Obviamente, me hubiera gustado saltar al campo, pero estaba siendo tan espectacular que no queria dejar de verlo. Fue algo increíble, porque además en esa eliminatoria todos queriamos que nos tocase el Manchester United por lo que es, y nos tocó. Lo afrontamos con una ilusión tremenda. El partido de Old Trafford, por el publico del Athletic, por el ambiente, por como transcurrió el partido y porque el equipo jugó un partidazo contra uno de los grandes de Europa, fue espectacular.

¿Podría decir que se queda con ese momento?

Para mí el mejor momento fue la semifinal contra el Sporting de Lisboa. Ese gol de Llorente casi al final creo que sin ninguna duda es el mejor momento que he vivido con el Athletic.


Para el recuerdo ha quedado la frase en la que decía que prefería ser subcampeón con el Athletic que campeón con cualquier otro equipo. ¿Cuánto le tira el club?

No es que me conforme con ser subcampeón con el Athletic, obviamente quiero ganar algún título con este club porque para mí sería lo máximo. Me refería a que todo lo que vivimos aquí, sólo lo puedes explicar viviéndolo. Creo que esta afición se merece el máximo y tenemos que dar valor a todo eso. Fue una frase que me salió en ese momento, pero quiero ser campeón. A pesar de ello, me quedo con todo lo que se vivió y doy valor a todo lo que fue.

¿Cómo es ese sentimiento por el Athletic que muchos no entienden?

Toda la vida he sido seguidor del Athletic y mi familia también, eso te marca desde pequeñito. Por eso doy valor a todo lo que se movió alrededor de esa final de Europa League. Me gustaría haber sido campeón, pero me quedo con ser subcampeón aquí y eso sólo se puede vivir aquí.

¿Se ve jugando algún día lejos de San Mamés?

No es que me vea o no me vea, estoy muy feliz en el Athletic y ojalá sea para siempre. Tengo a mi familia aquí, a mis amigos, a mi chica y soy del Athletic desde siempre. Habrá gente que no lo entienda, pero si verdaderamente eres de aquí te das cuenta y saber valorar lo que tienes. Es un club único y especial, y aunque seguro que hay gente que no me entiende, lo digo de corazón.

EL SALTO A PRIMERA

¿Cómo fue para usted pasar en tan solo tres años de estar en el Santutxu a jugar una final europea?

Fue todo muy rápido, creo que todavía no soy consciente de cómo ha ido. Con los años, cuando dejas de jugar al fútbol, se empieza a valorar todo lo que has ido consiguiendo. Trabajo cada día para intentar llegar a ser mejor jugador y para que el Athletic sea mucho mejor, que podamos conseguir lo máximo posible. Mi evolución ha sido rápida, pero espero seguir evolucionando para llegar más lejos.

¿Alguna vez se imaginó jugando en Primera?

Eso lo tienes como algo prácticamente imposible, como un sueño muy difícil de cumplir, y nunca ves el momento. Piensas que ojalá pudiera llegar, pero es una cosa que no tenía como algo que pudiera pasar.

En 2010 fichó por los leones ¿Como vivió aquello?

Fue todo bastante rápido. Estaba jugando en el Santutxu cuando me dieron la oportunidad de hacer la pretemporada con el Sestao en Segunda B y durante esa temporada, cuando tan sólo quedaban tres o cuatro meses para finalizar, se empezó a leer que Joaquín Caparrós estaba mirando a Ibai Gómez. En ese momento no te lo crees. Piensas que con todas las cosas y rumores que salen no será verdad, pero hubo un partido en casa que vino a vernos Caparrós y a partir de ahí contactaron conmigo. Ahí es cuando ves que es real. Me puse las pilas y le dije a todo el mundo que había que hacer todo lo posible por llegar al Athletic y vivir ese sueño.

Sin embargo, su debut fue agridulce. Nada más saltar al campo, se lesiona de gravedad

Es el momento más feliz y más triste de mi vida. Estuve esperando ese momento durante tres o cuatro meses con ansia, salté al campo y tuve la lesión de rodilla. Me tuvo ocho meses fuera de los terrenos de juego, pero con suerte y con esfuerzo salió todo bastante bien y sigo teniendo la suerte de estar jugando aquí.

DE JUGADOR A ENTRENADOR

Ahora tambíen ve los partidos desde la banda como entrenador del Santutxu. ¿Qué tal se le da entrenar a los niños?

Me encanta el fútbol y me gusta entrenar. Empecé desde muy pequeñito en el Santutxu, estuve 16 temporadas y ahora sigo ligado al club como técnico. Es mi decimotercera temporada. Como tuve un desarrollo tardío en las categorías inferiores, mi padre me dijo: "¿Por qué no pruebas a entrenar chavalitos?". Y desde ahí no he parado. Algún día tengo que faltar porque necesito descansar, pero tengo dos amigos que están conmigo y en el tiempo que tengo libre me voy a entrenar a los chavales porque, aunque parezca mentira, lo disfruto muchísimo.

¿Qué le dicen sus pequeños jugadores? ¿Es un ídolo para ellos?

Los chavales se han acostumbrado porque llevo ya tres años con los mismos y soy uno más. Además de ser entrenador, me gusta ser su amigo y generar un buen ambiente en el equipo. No sé si me tienen como un ídolo, pero se portan genial conmigo, me apoyan en todo momento y estoy muy agradecido por lo bien que estoy con ellos.

Y hablando de entrenadores. ¿Con quién se queda?

Todavía es pronto para buscar un referente como entrenador, pero hay muchos muy buenos. Jürgen Klopp, Pep Guardiola, Marcelo Bielsa, Ernesto Valverde... Cuando eres entrenador y juegas a la vez, se te pegan cosas del técnico que tú tienes. Cuando tuve a Caparrós se me pegaban cosas de él, cuando tuve a Bielsa, también y ahora de Ernesto. Ahora mismo mi mayor referente es Ernesto Valverde.

¿Cómo es Marcelo Bielsa en las distancias cortas?

Marcelo es un entrenador muy peculiar, como sabe todo el mundo, pero yo le debo muchísimo. Joaquín fue el que me fichó, el que dio la oportunidad antes de lesionarme y me dio dos partidos después de la lesión, que eso no era fácil. Pero cuando llegó Marcelo aprendí muchísimo con él. Es un entrenador que te exige el máximo que saca lo mejor de ti. Le estoy muy agradecido porque fueron dos años muy buenos, sobre todo el primero, en el que llegamos a las dos finales y fue espectacular. Dentro de esa peculiaridad que Marcelo tiene, es un gran entrenador y nos sentimos todos afortunados por haberle tenido como técnico.

Por último cuéntenos una anécdota que haya vivido con alguno de sus ídolos.

Desde que era pequeño mi padre me ha llevado mucho a San Mamés y a Lezama para ver los entrenamientos. Recuerdo que un día Julen Guerrero, cuando yo era muy chiquitín, me metió dentro de Lezama para enseñarme la zona y eso me marcó en ese momento. Guardo también alguna foto que me hice con tres o cuatro jugadores, pero no era muy de pedir fotografías ni autógrafos.