miércoles, 22 de febrero de 2012

Natxo Biritxiñaga

(Artículo publicado por Bruno Vergara en el diario El Correo el 22/02/2012)

"Quiso al Athletic hasta el último día"

Muere a los 79 años Natxo Biritxinaga, el masajista del último equipo rojiblanco campeón

Andoni Goikoetxea se emociona cuando recuerda aquella canción que Natxo Biritxinaga entonaba en el vestuario antes de los partidos para motivar a la tropa rojiblanca. Y se atreve incluso a tararearla: «¡Adelante campeones, el equipo del Athletic vencedor tiene que ser, nadie podrá detener nuestro avance arrollador». El martes se apagó la voz del hijo de Perico Biritxinga, las manos que cuidaron los músculos del último Athletic campeón, el padre y amigo de los futbolistas. ¿Cuándo ha sido, de qué ha muerto?, preguntaba compungido Manu Sarabia al conocer a través de este periódico el fallecimiento de Biritxinaga. «Era más Athletic que la bandera», «te daba seguridad», «sufría con tus lesiones y era el hombre más feliz del mundo cuando te veía ya recuperado», «hacía milagros con esas manos», «quiso al Athletic hasta el último día». «con todo lo que viví con él...siento ganas de llorar», repetían ayer algunos de aquellos futbolistas que crecieron y se hicieron hombres junto a él.

Natxo Biritxinaga murió el martes, a la hora de la siesta. Tenía catarro pero nada hacía prever un adiós, que ha conmocionado a la familia rojiblanca. Tenía 79 años. 45 de ellos fue masajista de la primera plantilla rojiblanca. Quienes vivieron a su lado lloran su marcha y desgranan la personalidad de un hombre que, según José Julián Lertxundi, fue «padre, confesor y psicólogo» de los futbolistas. «Su camilla parecía un confesionario», dice el expresidente rojiblanco, quien recuerda que Biritxi era rojiblanco desde la cuna. Nació y vivió en el propio San Mamés, «en la esquina de Felipe Sarrate con la tribuna principal».

Txetxu Rojo

«Teníamos mucha confianza en él»

Txetxu Rojo
Txetxu Rojo dice que fue una «buena persona, muy abierta, que tenía buena relación con los jugadores», quienes depositaban «mucha confianza en él». Los jugadores entrenaban en San Mamés y «como vivía allí mismo, en los bajos del estadio, alguna vez nos quedábamos a tomar algo en su casa». Rojo le conoció desde pequeño porque Biritxinaga «solía acompañar a su novia al tren y luego paraba en el Bar Bilbao de la Plaza Nueva». Tenía gran sentido del humor, ya que «nunca se enfadaba a pesar de que le hicieras una broma»

Andoni Goikoetxea

«Sus manos eran como rayos láser»

Andoni Goikoetxea
«Adelante campeones, el equipo del Athletic, vencedor tiene que ser, nadie puede detener nuestro avance arrollador». Este era el lema que rememora Andoni Goikoetxea y que cantaban los jugadores antes de los partidos. El primero en iniciar el cántico en el vestuario era Biritxinaga, cuyo fallecimiento dejó «sorprendido» a ‘Goiko’. El excentral del Athletic, que le recuerda como un gran profesional, afirma que «era una persona fenomenal». «Se podía contar con él las 24 horas del día, siempre estaba cerca del jugador». Sobre su trabajo, recuerda que «tenía unas manos fantásticas». «Sus manos eran auténticos rayos láser».

Dani

«Quiso al Athletic hasta el último día»

Dani
Dani, que como capitán tuvo un trato especial con el exmasajista, afirma que Biritxinaga fue como «un segundo padre» para él. «Estaba siempre pendiente. Siempre quería que estuvieses bien», recuerda el exdelantero rojiblanco, quien dice que «se inventaba cualquier cosa» para quitarles los nervios que pudieran tener antes del partido. Su figura fue siempre clave en el Athletic, ya que acudían a él ante cualquier adversidad cotidiana. «Si teníamos problemas personales», se podía confiar en él. Ahora, «cuando nos encontrábamos con él por la calle nos daba besos como si fuéramos sus hijos», recuerda con nostalgia Dani, quien subraya que su pérdida es «una gran pena». «Un hombre que quiso al Athletic hasta su último día»

Koldo Aguirre

«Daba mucha alegría al vestuario»

Koldo Aguirre
El fallecimiento de Biritxinaga también le deja sorprendido a Koldo Aguirre, quien afirma que «era un tío fenomenal, siempre muy alegre, que daba mucha alegría al vestuario». A Aguirre le coincidió su carrera como futbolista con el servicio militar. «Iba a entrenar pronto y solía ir a su casa. Tanto él como su mujer fueron muy buenos conmigo». El centrocampista de Sondika mantenía todavía contacto con el especialista, con el que «me veía por Deusto», y que le parecía raro que no le viera por la zona. «Hace unos tres días le comenté a mi mujer que no le veía».

Miguel Gutiérrez

«Era una institución»

Miguel Gutiérrez
El actual fisioterapeuta de la selección española, Miguel Gutiérrez, recuerda muy bien a Biritxinaga, con quien estuvo trabajando casi dos décadas en el equipo rojiblanco. «Era una institución. Era más Athletic que la bandera», afirma Gutiérrez, quien reconoce que ahora «es un momento muy triste». El fisio de la ‘Roja’ dice que Biritxinaga «vivió las glorias y menos glorias del equipo, una vida intensamente al amparo del Athletic. En 1984 vivió una gran época con su niño Javier Clemente, de quien Biritxi era muy amigo. Se encontró con la gloria, una gran época, con un equipo muy compacto». Pero, lo que realmente le preocupa a Gutiérrez es que «vas viendo que los que eran mayores que tu se van yendo», explica entristecido.

Juanjo Campa

«Natxo era el Athletic»

Le sustituyó en el Athletic después de su antecesor estuviera más de 40 años como masajista. «Natxo era el Athletic», subraya Juanjo Campa, quien describe a Biritxinaga como una persona «muy entrañable». Los dos profesionales no coincidían mucho últimamente, pero siempre «hablábamos por teléfono para saber cómo nos iba». Y, cómo no, hablaban del Athletic: «Si iba mal, a ver si remontaba; y a ver si podíamos llegar a una final», recuerda Campa, quien, con la voz entrecortada, afirma que «es una pena muy grande». «Era extraordinario, tanto como profesional como persona».

Iñaki Sáez

«Un hombre bueno nacido para el Athletic»

Iñaki Sáez
Iñaki Sáez, exentrenador del Athletic y de la selección española, convivió con Biritxinaga desde 1962, desde que entró con 19 años. «Entré siendo un crío, le conocí y noté que se interesaba. Siempre estaba pendiente», explica Sáez, que tuvo una gran amistad con su masajista. «Era más que un amigo, era parte de la familia. Una vez a la semana iba con mi mujer (Mari Carmen) a su casa. Él y su mujer (Rosario) me animaron a casarme». Una de las tantas anécdotas que tuvo con Biritxi fue que siempre le decía que cuando dejara el fútbol tenía que ser entrenador. «Si me acompañas, me lo saco», le dijo Sáez. Y los dos obtuvieron la licencia. Sáez afirma que «era un profesional buenísimo; con él nunca tuve un tirón». «Durante las sesiones de masaje, más que hablar, discutíamos. Siempre sobre fútbol, era un forofo». El exentrenador del equipo rojiblanco dice que Biritxi, más que un profesional, era «buenísima persona. Un hombre bueno nacido para el Athletic». De hecho, algunos jugadores como Antton Arieta «iban a su casa -que estaba en los bajos de San Mamés- para saludar a él y su mujer».

Sobre la canción que cantaban antes de los encuentros, Sáez afirma que «era como rezar antes del partido. Todos los jugadores esperaban a que él empezara».

José Ángel Iribar

«Era como alguien de la familia»

José Ángel Iribar
José Ángel Iribar recuerda a Biritxinaga como una persona «siempre alegre, de buen humor», que era como «alguien de la familia». «Hemos perdido a una persona muy cercana». Era un hombre siempre disponible para sus jugadores. « ¡Las horas que habrá metido Natxo por el Athletic! Estaba totalmente entregado», recuerda Iribar, quien afirma que «su casa siempre estaba abierta»