jueves, 30 de abril de 2020

Dani García responde #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


Rivales para recordar (III): Desde Europa del Este

Fuente: athletic-club.eus

A lo largo de su historia, el Athletic Club se ha enfrentado a equipos de nombres misteriosos e interesantes que merecen ser conocidos

Los equipos de fútbol que llegaban del este de Europa resultaban tan atractivos como enigmáticos. El fútbol procedente de la URSS y de países como Hungría, en los primeros años, y más tarde Checoslovaquia, Yugoslavia o Polonia, vivió sus décadas doradas durante la Guerra Fría y nos dejó partidos del Athletic Club frente a equipos con nombres e historias de lo más interesantes.

Gradanski Zagreb (San Mamés, 19 y 22 de marzo de 1923. Atotxa, septiembre de 1969)
Cuando el Gradanski Zagreb nos visitó en 1923 (3-0 el primer partido y 1-2 el segundo), su país aún no se denominaba oficialmente Yugoslavia, sino Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos. Precisamente, la vida de este interesante club está ligada a su condición de croata. Primero, porque lo fundaron en 1911como respuesta a las políticas nacionalistas magiares del Imperio Austrohúngaro. Y, en segundo lugar, porque en teoría desapareció cuando la nueva autoridad comandada por el Mariscal Tito lo castigó en 1945 por haber participado en los torneos del entonces efímero Estado Independiente de Croacia. El entrenador, el cuerpo técnico, la propia afición y, por supuesto, la mayoría de sus futbolistas, junto a algún otro jugador de los equipos de la ciudad, Hask y Concordia, se unieron a un, en teoría, nuevo club casi idéntico al Gradanski, pero que llevaba el sobrenombre de tantos otros equipos soviéticos: el Dinamo, en este caso, de Zagreb.

PFC Beroe Stara Zagora (Beroe y San Mamés, 1973)
Después de eliminar al Torpedo de Moscú, otro equipo soviético legendario venido a menos, en los dieciseisavos de final de la Recopa, al Athletic Club le tocó en suerte el desconocido equipo búlgaro del Beroe. De manera inesperada, sentenciaron la eliminatoria en el partido de ida en Stara Zagora, al endosar a los rojiblancos un contundente 3-0. El solitario gol de Lasa en la vuelta no fue suficiente para remontar. Aquella victoria contra los leones y un triunfo en 1979 frente a la Juventus son sus victorias internacionales más señaladas. Como curiosidad, es uno de los equipos que más veces ha cambiado de nombre a lo largo de su historia: 16 veces desde su fundación en 1916.

Viktoria Zizkov (San Mamés, 1 y 2 de abril de 1923)
Este equipo rojiblanco del barrio praguense de Zizkov es uno de los más antiguos de la República Checa, y nos visitó en el periodo de entreguerras (1-0 y 0-2), cuando el fútbol checoslovaco destacaba hasta el punto de quedar subcampeones en el Mundial del 34, celebrado en Italia. Hoy el Victoria Zizkov milita en la segunda división del país, a la sombra de los principales equipos de la capital, el Sparta y el Slavia de Praga. Como curiosidad, sobre este equipo es uno de los largometrajes de ficción más antiguos del género futbolístico, “Men Offside”, dirigido por Svatopluk Innemann en 1931, y basado en la novela del escritor Karel Poláček, gran hincha del Viktoria.

Chinezul Timisoara (Banatul de Timisora, 1926)
La primera gran gira europea del Athletic tuvo lugar entre el 28 de agosto y el 12 de septiembre de 1926. En quince días se enfrentó al SC Young Fellows y al Grasshopper suizos en Zurich; al Austria Wien, en Viena; al MTK Budapest, en la capital húngara, mientras que el último encuentro lo llevó a Rumanía, donde perdió por 3-0 contra el Chinezul Timisoara. Fundado en 1910, y tras disputar la liga húngara hasta la Gran Guerra, el Chinezul dominó el fútbol rumano en la década de los 20, ganando seis campeonatos consecutivos. Desapareció en 1946, y la ciudad de Timisoara ya no quedó ligada a ningún equipo de fútbol en especial, sino al nacimiento del actor que interpretó a Tarzán, Johnny Weissmüller.


Athletic y Chinezul en Timisoara (AC Museoa).

Vasas (San Mamés, 1971)
La historia del Athletic quedará siempre ligada al fútbol húngaro a través de la rivalidad con el Ferencvarosi TC, club al que más veces nos hemos enfrentado en competición europea. O por el MTK Budapest, que fue el primer equipo que depositó flores a Pichichi. O por haber eliminado al Honved de DiStefano y Puskas. El Vasas nos empató a dos en el I Torneo Villa de Bilbao. Fiel representante del bloque comunista en su época dorada en las décadas 50, 60 y 70, constituido en 1911 por la Asociación Húngara de Trabajadores del Acero, milita actualmente en la segunda división húngara, pero aún conserva un honor que nadie ya le podrá arrebatar: el club con más Copas Mitropa, que entre 1927 y 1992 disputaron equipos de Italia, Austria, Yugoslavia, Checoslovaquia y Hungría.


Carlos, en el partido contra el Vasas de 1971 en San Mamés (AC Museoa).

miércoles, 29 de abril de 2020

Los goles milenarios del Athletic

Artículo publicado por Alberto García en el Mundo Deportivo el 29/04/2010

Iriondo hizo el 1.000, Latorre el 2.000, Liceranzu el 3.000 y Ezquerro el 4.000


Liceranzu, en el partido ante la Real en el que se anota y se proclama
campeón de Liga en la temporada 1983-1984

Hoy se cumplen 36 del último título de Liga del Athletic. Firmado con un doblete de Liceranzu (2-1) ante la Real en San Mamés. El central, con su segunda diana, consiguió prácticamente lo que utilizando terminología del tenis se podría apuntar como punto, juego, set, partido y torneo. Porque su segundo gol fue el 3.000 de los leones en el campeonato liguero, supuso ganar el partido y hacerse con un nuevo entorchado. Pero existen otros tantos ‘milenarios’ en el club bilbaíno, los que le precedieron de Rafa Iriondo y José Antonio Latorre y el que le siguió de Santi Ezquerro.

Iriondo firmó el gol 1.000 en la primera jornada de la temporada 1948-49 ante el Valladolid. Los rojiblancos, dirigidos entonces por Henry John Bagge se apuntaron un 7-2 ante la escuadra pucelana con el mítico Helenio Herrera en el banquillo. Aquel 12 de septiembre de 1948, Zarra y Panizo (uno de los aciertos del segundo llegó desde el punto de penalti) hicieron hat trick e Iriondo logró el que suponía el 5-2, en el minuto 81 de juego.

Iriondo (24-10-1918) es uno de los mitos del club, formando aquella delantera magnífica junto a Zarra, Venancio, Panizo y Gainza. El de Gernika jugó 13 cursos como león, con 326 partidos y 117 goles a sus espaldas. Figuran en su palmarés una Liga y cuatro Copas. También fue míster del Athletic durante 113 encuentros repartidos en dos etapas.

Latorre dibujó el tanto 2.000, también ante el Valladolid en la decimocuarta jornada de la temporada 1963-64. Aquel 29 de diciembre en el José Zorrilla, el marcador registró un empate a uno. El local Martínez logró el 1-0 a un cuarto de hora para el final y el bilbaíno sumó el 1-1 in extremis, en el minuto 88 para el Athletic entrenado por Juan Otxoantezana, con Iribar, Orue, Aranguren, Koldo Aguirre y Uriarte, entre otros, en esa alineación. Latorre (1-12-1941) estuvo cinco campañas en la primera plantilla rojiblanca, acumulando 52 partidos y 8 goles.

Después le llegó el turno a Rocky Liceranzu con el comentado gol 3.000 en La Catedral, el 29 de abril de 1984. Puso la sentencia al partido y a la Liga para los de Clemente en el minuto 79 tras un córner sacado por Argote y su zurda de seda desde la derecha. El central se impuso a sus marcadores y anotó de cabeza. También había estrenado el luminoso con la derecha en el 1-0 en el minuto 18. Y Uralde había empatado en el 68.

Liceranzu (13-3-1959) jugó 7 temporadas como león, con 232 partidos y 18 tantos. En sus vitrinas tiene dos Ligas, una Copa y una Supercopa.

Y el que cierra por ahora esta secuencia es Santi Ezquerro. Con su diana al Zaragoza en la campaña 2004-05, en la decimosexta jornada del campeonato. Aquel 19 de diciembre de 2004, los rojiblancos de Ernesto Valverde se impusieron por 0-2 en La Romareda con doblete del punta de Calahorra, que anotó en los minutos 54 y 78. Compartiendo once con los Etxeberria, Yeste, Orbaiz, Iraola...

Ezquerro (14-12-1976) estuvo siete cursos en el Athletic, acumulando 260 encuentros y 59 dianas.

Nuestros cedidos responden #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube: Athletic Club


Rivales para recordar (II): Llegados del mar

Fuente: athletic-club.eus

A lo largo de su historia, el Athletic Club se ha enfrentado a equipos de nombres misteriosos e interesantes que merecen ser conocidos

Especialmente a comienzos del siglo XX, fue habitual que el Athletic se enfrentara a equipos de marineros ingleses o escoceses cuyos barcos fondeaban en Bilbao por motivos laborales. Tres de nuestros rivales llegados del mar protagonizan nuestro reportaje de hoy sobre los equipos con pasado misterioso e interesante:

Acorazado Deutschland (Lamiako, 1909)
Aunque podría parecer el nombre metafórico de un club alemán, el Acorazado SMS Deutschland era el equipo formado por una selección de los 200 marineros de este buque que, junto al SMS Pommern, fondeó en Portugalete en julio de 1909, estando al mando el príncipe Enrique de Prusia. El Athletic se impuso por 6-3 en el partido amistoso disputado en las campas de Lamiako. Ambos acorazados pertenecían a la Armada Imperial y el Deutschland era el buque insignia de la flota de alta mar.


Imagen del Acorazado Deutschland.

Admiral Graf Speer (San Mamés, 1938)
En plena Guerra Civil, la visita a Bilbao del crucero acorazado nazi Admiral Graf Speer, a cuyo mando estaba el oficial Hans Langsdorff, propició que el Athletic se enfrentara a un equipo formado por soldados de este buque. El Admiral Graf Spee había formado parte de la ayuda que Hitler otorgó a Franco al comienzo de la guerra para vigilar las costas controladas por el bando republicano. Bajo la lluvia, los rojiblancos derrotaron a los nazis por 9-3.


(Crónica de la Gaceta del Norte sobre el partido
Athletic Club – Admiral Graf Speer (1938)

Portaviones HMS Ocean (San Mamés, 1957)
Este portaviones de la Marina Real Británica amarró en Bilbao los primeros cinco días de noviembre de 1957. Con 190 metros de eslora y 24 de manga, de la tripulación compuesta por 1.300 hombres al mando del vicealmirante Guy Bourchier Sayer, surgió un equipo que se enfrentó al Athletic y que cayó derrotado por 6-0, set y partido para los rojiblancos. Los ingleses aprovecharon su estancia en Bilbao para presenciar una velada de boxeo en el Deportivo y un partido de pelota en Santurtzi.


Los capitanes del Athletic (Merodio) y HMS Ocean antes
del enfrentamiento contra el Ocean en 1957 (AC Museoa)

Rivales para recordar (I): Ingleses históricos

Fuente: athletic-club.eus

A lo largo de su historia, el Athletic Club se ha enfrentado a equipos de nombres misteriosos e interesantes que merecen ser conocidos

Desde que empezara a disputar partidos oficiosos en las campas de Lamiako a principios del siglo XX, el Athletic Club se ha enfrentado a numerosos equipos que, con el paso del tiempo, han caído en el olvido o, simplemente, han desaparecido. De varios de ellos apenas nos quedan sus nombres evocadores. Denominaciones que nos recuerdan una época en la que el fútbol repartía sus títulos entre más países y más clubes, y en la que equipos como el Celtic, el Feyenoord, el Steaua o el Estrella Roja podían ganar la Copa de Europa.

Repasamos algunos de estos rivales misteriosos e interesantes que forman parte de nuestra historia en esta serie de reportajes que comenzamos con el repaso a nuestros rivales ingleses más desconocidos.

Shepherd’s Bush (San Mamés, 1913)
El primer equipo extranjero que jugó en San Mamés, el londinense Shepherd’s Bush, desapareció en 1915, con la Primera Guerra Mundial. Se enfrentó al Athletic el 23 de agosto, tan solo dos días después de que se inaugurara el campo contra el Racing de Irún. Ganó por 0-1, así que puede afirmarse que es el primer club que logró una victoria en San Mamés, un honor por el que sin duda merece ser recordado. En Londres, disputaba sus encuentros en Loftus Road, campo que heredó el Queens Park Rangers.


Imagen del Shepherd’s Bush

Clapton Orient FC (San Mamés, 1914)
Este histórico club londinense, que tras la Segunda Guerra Mundial pasó a denominarse Leyton Orient FC, merece ser recordado precisamente por el papel que jugó durante la Primera Guerra Mundial. Hasta diez componentes de aquel equipo, probablemente el mismo que en mayo jugó en San Mamés, se unieron en diciembre de 1914 al conocido como Batallón de los Futbolistas. Una compañía de soldados británicos que luchó en la Batalla del Somme en 1916, donde se produjeron cerca de un millón de bajas y, entre ellas, las de tres futbolistas del Clapton: W. Jonas, R. McFadden y G. Scott. Curiosamente, en esa misma Batalla del Somme falleció el primer extranjero de la Real Sociedad, George McGuinness.


Clapton Orient en San Mamés (AC Museoa)

English Wanderers (San Mamés, 1914)
Llamados así, “Los ingleses errantes”, por ser un equipo formado por jugadores amateurs de la selección inglesa a quienes les encantaba viajar y hacer giras futbolísticas por países de Europa. Vestían camisetas con el escudo bordado de los tres leones en el pecho izquierdo y pantalones azules. Este sobrenombre, Wanderers (errantes), fue habitual en los orígenes del fútbol, bien porque algunos equipos no tenían un campo propio, o bien porque viajar jugando al fútbol se consideraba romántico, un sentimiento muy inglés a fines del siglo XIX, cuando se formaron clubes como el Wolverhampton Wanderers, el Wycombe Wanderers y el Bolton Wanderers. A este último también nos enfrentamos en 1955 (foto), 2001 y 2002.


Uribe y Arieta, Athletic 2 – Bolton Wanderers 1. (AC Museoa)

Dulwich Hamlet FC (San Mamés, 27 y 28 de marzo de 1921)
De todos los equipos misteriosos e interesantes a los que se ha enfrentado el Athletic en su historia, quizá ninguno reivindique el fútbol de otra época mejor que el shakesperiano Dulwich Hamlet FC, que homenajea al célebre dramaturgo inglés con su cántico “Here comes the Dulwich… The pinkblue Dulwich… Smoking a cigar… Reading Shakespeare… Hamlet!!”. Un club histórico, tan digno que se fundó en el siglo XIX, y tan pequeño que actualmente milita en la Vanarama National League, algo así como la quinta división inglesa. Su famosa camiseta rosa y azul representa también la lucha por la supervivencia, después de que fueran desalojados de su campo por los intereses inmobiliarios de sus nuevos propietarios, que se hicieron con el club en 2014 sin ningún otro interés que el crematístico. Sin embargo, la presión de su afición y el apoyo a su causa posibilitó el regreso a su legítimo hogar en diciembre de 2018, Champion Hill.


Cartel del partido contra el Athletic y foto del Hamlet.
(Revista Athletic)

Óscar De Marcos responde #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


martes, 28 de abril de 2020

Los ‘parientes’ del Athletic (y II). Los otros rojiblancos

Fuente: athletic-club.eus

En este segundo y último capítulo nos centramos en varios equipos del mundo que coinciden con nuestros colores distintivos

No solo en Inglaterra encontramos clubes que en algún momento han vestido la zamarra rojiblanca en los dos últimos decenios del siglo XIX. En Escocia, por ejemplo, se acercan a la veintena los que han empleado estos colores en algún periodo puntual, aunque ninguno los sigue utilizando. De la Premiership solo el Aberdeen (de 1889 a 1903) y el Hamilton Academical (1889-1900, 1972-1976) apostaron por el traje rojiblanco. Para los amantes de las estadísticas, el primer club escocés que vistió las rayas verticales fue el Airdrieonians (desde 2002 se llama Airdrie United FC), en 1885.

En LaLiga solo el Atlético de Madrid pertenece a esta saga, mientras que en Segunda División encontramos zamarras rojiblancas en los equipamientos del UD Almería, CD Lugo, Real Sporting de Gijón y Girona FC, aunque ninguno de ellos los acompaña con pantalón negro como el Athletic Club.

En el Viejo Continente, el Sparta Rotterdam, el club más antiguo de los Países Bajos (1888), sigue siendo fiel a su tradicional indumentaria rojiblanca con pantalón negro. La idea fue importada por varios directivos a quienes les gustó el traje del Sunderland y decidieron implantarlo en 1899. En su escudo se puede apreciar a un jugador controlando el balón con un uniforme que recuerda al Athletic Club de los años 70, incluyendo las medias con franjas horizontales rojas y blancas. Como los leones de San Mamés, el Sparta jamás había descendido de categoría hasta que no lo pudo evitar en 2002, aunque ya ha recuperado la categoría.


Alineación del Sparta, campeón de Holanda. Años 10

También el PSV Eindhoven utiliza el rojo y el blanco a rayas verticales en su camiseta, los mismos colores que los otros dos equipos hegémonicos de la Eredivisie desde la profesionalización en la década de 1950, el Ajax y el Feyenoord.

Campeón de la Copa de Europa en 1988 con ilustres de la talla de Ronald Koeman, Soren Lerby o Eric Gerets, el PSV fue fundado en 1913 para mantener entretenidos a los empleados de la empresa de aparatos eléctricos Philips (de ahí viene su nombre Philips Sport Vereniging – Club de Deportes Philips en neerlandés). En su reunión fundacional, al primer presidente del club, Jan-Willem Hofkes, le llamó la atención el contraste de colores que ofrecía encima de la mesa su limonada de frambuesa roja con una libreta blanca y, fruto de esa combinación, nació la camiseta, añadiendo el negro a los pantalones, color que se asocia al escudo de Brabante del Norte, provincia donde se asienta la ciudad de Eindhoven. Por tanto, el primer kit del PSV consistió en una camisa roja y blanca a rayas verticales, pantalones negros y medias rojas y blancas a rayas horizontales, que se ha mantenido desde entonces aunque en adaptaciones muy variadas, con algún cambio temporal a una elástica completamente roja.


El equipo campeón del PSV en 1929.

En Belgrado se fundó en 1945 el Estrella Roja, el club más laureado de Serbia, que posee en el palmarés un título de la Copa de Europa y una Intercontinental (1991), conquistados ambos con jugadores de la clase de Sinisa Mihajlovic o Dejan Savicevic. Al final de la Segunda Guerra Mundial, el SK Jugoslavija, uno de los conjuntos más populares de la antigua Yugoslavia, que a su vez procedía de otro denominado SK Velika Srbija (“Gran Serbia”), fue clausurado al haber sido etiquetado por las autoridades comunistas del mariscal Tito como “colaborador del enemigo”. El Estrella Roja se formó a partir de los restos de ese equipo y adoptó sus colores rojo y blanco a petición de sus vicepresidentes primeros Zoran Žujović y Slobodan Ćosić. Por tanto, el uniforme tradicional del Estrella Roja consiste en camiseta a rayas verticales rojas y blancas y pantalones y medias de color rojo o blanco. A veces se cambia a un uniforme totalmente rojo o totalmente blanco. En cualquier caso, el conjunto serbio, que tiene como rival encarnizado en el país al FK Partizan, ha utilizado durante la mayor parte de su tiempo unas rayas verticales bastantes más gruesas que las del Athletic Club.

El club más exitoso de la historia del fútbol griego, el Olympiacos de El Pireo (fundado en 1925 con un nombre inspirado en los Juegos Olímpicos Antiguos), coincide con nuestro equipo en dos cuestiones: sus jugadores visten de rojiblanco y nuncan han descendido de categoría. La asignación de los colores deportivos vino derivada del emblema del club, en el cual aparece un ganador olímpico adolescente coronado de laureles, con la exclusividad del rojo y el blanco; el primero simboliza a la pasión por el triunfo y el segundo, a la pureza y la noble rivalidad. La idea de los colores se le atribuye a Yannis Andrianopoulos, uno de los cinco hermanos de una reputada familia de El Pireo, cuyo padre fue cofundador del Olympiacos. Los cinco Andrianopoulos jugaban todos de delantero y esa línea ofensiva pronto se hizo legendaria en un equipo que mantiene una de las rivalidades más polémicas del planeta con el vecino Panathinaikos, con el que disputa el “derbi de los eternos enemigos”. El uniforme tradicional del Olympiacos es una camiseta con rayas verticales rojas y blancas y pantalones y medias rojas. La camisola ha presentado diferentes diseños a lo largo de su historia, por ejemplo, con rayas delgadas o más amplias.

Un rojiblanco con historia en Argentina
Al otro lado del océano Atlántico, la entidad futbolística de más renombre que adquiere cierta semejanza con el Athletic Club es el Estudiantes de la Plata, de la provincia de Buenos Aires, cuya mascota oficial también es el león (cuya foto de 1968 ilustra la cabecera de este reportaje).

Los aficionados de este equipo, conocidos por su apodo de “pincharratas”, se autodenominan “tetracampeones” en referencia a que Estudiantes ganó la Copa Libertadores de América en cuatro ocasiones, tres de ellas de forma consecutiva a finales de los años sesenta con Carlos Bilardo y la “Bruja” Juan Ramón Verón en sus filas y, posteriormente, se consagró campeón de la Intercontinental en 1968 tras doblegar al Manchester United.

Los colores y el diseño de su casaca, a rayas verticales rojo vivo y blanco, se establecieron en una asamblea de socios fundadores celebrada en 1906, inclinándose por los mismos que mostraban los equipos del English High School, colegio al que pertenecía la mayoría de ellos (el fundador de esta institución, Alexander Watson Hutton, está considerado el “padre” del fútbol argentino).
Sin embargo, esos colores ya eran utilizados por el club de los exalumnos de la escuela, el Alumni Athletic Club, por lo que el uniforme fue rechazado por la Asociación de Fútbol de Argentina, y por este motivo, se rediseñaron con unas rayas verticales más anchas. Al desaparecer el Alumni, en 1913, Estudiantes incluyó en la camiseta cinco rayas rojas y cuatro blancas como originalmente habían sido establecidos al fundarse el club. El pantalón y las medias que componen el uniforme oficial tradicional son negros.


Los 'parientes' del Athletic

Fuente: athletic-club.eus

En esta primera entrega sobre los clubes que visten de rojiblanco por el mundo, repasamos los orígenes de la camiseta en el fútbol inglés

En 1902, el Athletic Club sustituyó su improvisada equipación compuesta por jersey y calzón blanco con medias negras por otra que coincidía con la del Blackburn Rovers: una camisola con dos franjas, una azul oscura y la otra blanca, unos calzones de color azul oscuro y unas medias azules oscuras adornadas con una franja blanca en la parte superior.

La historia de la vestimenta del Athletic dio un giro de 180 grados cuando el directivo y jugador Juan Elorduy, de viaje por Inglaterra en las Navidades de 1909, recibió el encargo de comprar 50 camisas del Blackburn para repartirlas a partes iguales entre el Athletic y su filial de Madrid (el embrión de lo que es hoy el Atlético de Madrid, que años después se desvinculó de nuestra entidad). Elorduy regresó al ‘Botxo’ con 50 prendas del Southampton FC, cuyo atuendo característico era uniforme a franjas rojas y blancas (colores de la bandera de Bilbao).

Aquel ropaje se estrenó el 9 de enero de 1910 en Amute (Hondarribia) contra el Sporting de Irun (Real Unión Club) y un año más tarde, se incluyó el pantalón negro. Con el paso del tiempo, el número de franjas de la camiseta ha sufrido ligeras modificaciones, aunque comúnmente ha consistido en cuatro a cinco bandas rojas de grosor medio, plasmadas sobre fondo blanco.

En las Islas Británicas se pueden enumerar más de veinte equipos los que, a finales del siglo XIX, emplearon el rojo y el blanco a rayas verticales en su elástica. Sabemos el año concreto en el que apareció la primera camisola de este tipo: 1883. Pero, ¿a qué equipo se le puede atribuir el honor de ser el pionero? No hay un único nombre que se pueda citar por la sencilla razón de que ese mismo año dos equipos coincidieron a la hora de elegir la casaca rojiblanca, desterrando sus respectivas vestimentas originales, y curiosamente tanto uno como otro se asientan en ciudades separadas por solo 58 kilómetros en la región de las Tierras Medias Occidentales (West Midlands): Stoke y Wolverhampton Wanderers, dos de los doce miembros fundadores de la Football League inglesa, en 1888.

El cambio de uniforme se materializó en un momento especial para ambos porque, al margen de disputar amistosos y torneos menores, tanto los potters (alfareros) como los wolves (lobos) comenzaron ese mismo año su andadura en el campeonato más antiguo del mundo, la FA Cup (Copa inglesa), a pesar de que el torneo llevaba ya doce ediciones celebradas. Llegados a este punto, no se puede saber con certeza cual de los dos equipos la utilizó en primer lugar, aunque tampoco sería justo mencionar a uno de ellos cuando ambos se presentaron a la vez con la rojiblanca. Aún así, si el criterio se establece en base a la participación en una competición oficial, el Wolverhampton se llevaría la palma, ya que su estreno en la primera ronda copera se produjo el 27 de octubre de 1883 y dos semanas después lo hizo el Stoke.


El Wolverhampton Wanderers, con el primer trofeo
de su historia, la Wrekin Cup (1884).

En cualquier caso, el conjunto de Stoke-on-Trent, que es el segundo club profesional más antiguo del planeta tras el Notts County, sigue siendo a día de hoy fiel a la camiseta de listas rojiblancas. El caso de los wolves es diametralmente opuesto: han lucido gran parte de su historia una elástica y medias ocre dorado con pantalón negro hasta nuestros días. Lo que si podemos confirmar es que el Wolverhampton fue el primero que implantó la prenda rojiblanca con pantalón y medias negras, o dicho de otro modo, lo más parecido al Athletic Club. Como curiosidad, después de muchos lavados, la prensa acabó describiendo el color de sus camisas como de ‘rosa sucio’ o ‘rojo desvaído’.

La coincidencia de uniformes entre diferentes equipos fue el detonante para que la Football League implantara a partir de 1891 el registro oficial de los colores distintivos de cada club sin posibilidad de que coincidieran entre ellos. En ese momento, los wolves abandonaron su equipación habitual para no asemejarse a la del Sunderland AFC, que se convirtió así en el club con la primera prenda rojiblanca bajo el nuevo registro oficial. El Stoke no pudo mantener su clásico jersey red and white striped shirt (camisola rojiblanca a rayas) porque ya lo empleaba el Sunderland, que tuvo preferencia por méritos deportivos en ese momento, pero en 1908, bajo el nombre de Stoke FC, los potters recuperaron oficialmente sus colores y no los han abandonado jamás (antes de implantar el manual de uniformes ya había jugado con su clásica vestimenta en las dos primeras ediciones de la Football League). Además, desde 1888 el Sunderland completó la equipación con pantalón y medias negras, por lo que fue el primero desde la instauración del nuevo registro.


Portada libro Sunderland FC temporada1
891-92 de Don Gillian

En la actual Premier League viste de rojiblanco, con pantalón negro y medias rojas, el Sheffield United, fundado en 1889. En sus orígenes usaba una prenda blanca, pero en 1891 instauraron unas rayas coloradas finas sobre fondo blanco, un diseño al que el club regresaría brevemente para su 125 aniversario en la 2015/16, y no fue hasta 1894 cuando adoptó por primera vez las famosas camisas de rayas rojas al estilo de nuestros leones. Sus cuatro triunfos de la FA Cup y la liga de 1898 fueron obtenidos con las clásicas listas verticales.

Con respecto al otro club de la máxima categoría inglesa que también apuesta por el rojo y el blanco, el Southampton FC (equipo al que recurrió Elorduy y cuya foto de 1904 ilustra la cabecera de este reportaje), en aquellos tiempos no era uno de los más insignes y, de hecho, su debut en la Premier League no se produjo hasta 1966. Una década más tarde se adjudicó su único título de prestigio, la FA Cup. Los conocidos por The Saints (Los Santos) pasaron de la camiseta mitad roja y mitad blanca a la rojiblanca en 1896, parece ser que impulsado por el gran contingente de jugadores nacidos en Stoke-on-Trent que militaba en la plantilla. Y desde 1910, nuestro Club ha seguido apostando por esta elástica gracias al Southampton, que llegó a ser rival del Athletic Club en la primera ronda de la Copa de la UEFA 1971/72, cuya eliminatoria fue favorable a los nuestros.

*Primera camiseta rojiblanca a rayas verticales:
Wolverhampton Wanderers FC y Stoke (año 1883)

*Primer traje rojiblanco y pantalón y medias negras:
Wolverhampton Wanderers FC (año 1883)

*Primer match de rojiblanco en la FA Cup:
Wolverhampton Wanderers FC (27 de octubre de 1883)

*Primer match de rojiblanco en la Football League:
Wolverhampton Wanderers FC y Stoke City (8 de septiembre de 1888)

*Primer traje rojiblanco (y con pantalón y medias negras) desde el registro oficial de uniformes:
Sunderland AFC (5 de septiembre de 1891)

*Club por el que adoptó el Athletic Club sus colores:
Southampton FC

Vanesa Gimbert responde #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


El fútbol sin Ainhoa

Artículo publicado por Andrea Menendez Faya en Patreon.com el 28/04/2020

Hay una frase que acompaña siempre a esa leyenda negra de los modestos: el fútbol no es justo. A los que nos late sobre el pecho algún escudo marcado por desgracias deportivas, esas palabras siempre nos sacan una sonrisa triste. Las hay, sonrisas tristes, igual que hay una retahíla de injusticias atadas a una pelota que se han convertido durante décadas en millones de conversaciones de bar que arrancan con esa frase y cuentan finales perdidas en el descuento, árbitros que se equivocan y anulan un gol, lesiones fortuitas que rompen una carrera… desde este momento, cuando me hablen de lo injusto que es el fútbol, contaré la retirada de Ainhoa Tirapu.


Ilustración: Belén García

Hay una cosa a la que llevo dándole vueltas unos meses, y es que nunca sabemos cuándo es la última vez de nada, y así es imposible disfrutar las cosas al máximo. Sí, claro, nos repetimos que tenemos la obligación de hacerlo, pero por desgana costumbre o necedad no lo hacemos: nunca disfrutamos las ocasiones finales como si fueran la primera, y eso es de obligado cumplimiento. Y con Ainhoa nos pasó un poco eso, sabíamos que se acercaba el momento, pero no teníamos ni idea de que aquel partido frente al Espanyol iba a ser el último partido. No teníamos constancia de que aquella parada en el derbi contra la Real Sociedad (¿cómo fue?) era la última. Ni siquiera tenemos, gracias a la guerrilla de derechos televisivos, aquellos encuentros de esta última temporada para guardarlos como guardábamos de pequeños los VHSs históricos. Sin duda, la situación lo merecía, pero no estábamos preparados para ella, todo se ha precipitado en una cadena de infortunios, casualidades y mala suerte.

Bilbao es una ciudad donde el fútbol se respira de forma diferente. Ainhoa tuvo la suerte de llegar allí hace quince temporadas a defender la portería de Lezama y a convertirse, poco a poco y sin darle importancia, en un referente no solo para el fútbol vasco o el español, sino para todo el fútbol femenino mundial. Su carrera deportiva ha sido intachable, pero el legado que deja fuera del campo ha marcado la vida de las jugadoras presentes y futuras, y dio honra al trabajo de las pasadas, con las que compartió campo y pasión. Es la portavoz de una generación de futbolistas que han luchado por sus derechos laborales y sociales hasta verlos reconocidos, y no me he encontrado en este camino a ni una sola compañera a la que le saques su nombre en conversación y no hable de ella como un referente de vida. Es de esas que caen bien, que no vuelven a escuchar sus entrevistas por vergüenza, que no tiene problemas en contestarte a lo que le sueltes, que ama a su club y a lo que representa, que dignifica la profesión desde todos los ángulos.

Y luego, por supuesto, está lo del campo. Ser portera es algo que lo convierte todo en distinto. La concentración de estar 90 minutos esperando a esos tres segundos en los que no puedes fallar, la preparación física que te permita saltar a donde nadie salta, estirarte a donde solo la pelota llega. Responder en un abrir y cerrar de ojos a la velocidad del disparo que se acerca. Hacer todo eso al máximo nivel quince temporadas en un club con la exigencia consabida del Athletic de Bilbao no es que no sea fácil, es que está a la altura de muy pocos elegidos. Ainhoa se va con 358 partidos jugados. La lesión le privó de varios al inicio de temporada y esta extrema situación del Covid-19 y la cancelación de la competición le quita la oportunidad de sumar los del final. También le roba una semifinal de Copa de la Reina, una posible final, y tal vez levantar por fin ese trofeo que se le resistió en 2012 y 2014, una Copa que no quería dejar atrás para completar un palmarés en el que luce dos ligas, una casi a su llegada y otra cerca del final de su carrera.

Nos deja el 30 de junio, pero no dejará al Athletic, eso seguro. Supongo que el Athletic es de esas cosas que no puedes dejar sin más, te acompaña siempre. No es una cuestión de costumbre, sino de lazos. Han sido días duros, de darle vueltas al coco, aunque la decisión lleva mucho tiempo tomada, pero retirarse desde casa la ha vuelto gris. No se lo merecían ni el Athletic ni ella. Es lo que toca, pero no es plato de gusto. Ainhoa era la cabeza de un león que hoy se queda un poco huérfano de batuta, con jugadoras inmensas, forjadas en la casa que es Lezama, que dejarán de encontrarse a la figura impasible que guardaba su puerta. Quedan en buenas manos, en la de otras veteranas y niñas que deslumbran, porque el futuro en esta santa institución está siempre garantizado y viene con los valores aprendidos, se vaya quien se vaya, y quién sabe si será Ainhoa desde otra línea de cal, la que separa el campo del banquillo, la que grite algún día las consignas necesarias para sacar los partidos adelante, a la que le brinden un trofeo más, una Copa que no tuvo. Lo bueno que tiene el fútbol es que si estás en el sitio adecuado no se acaba cuando guardas los guantes por última vez en la taquilla.

El fútbol no es justo. Si esto fuera una película, a ningún guionista se le ocurriría permitir que una futbolista que ha entregado su vida a hacer mejor este deporte se retire desde el sofá a la misma hora en la que debiera estar escuchando a su público rugir sus paradas. Nadie que ame este deporte quiere esto para uno de sus mayores referentes, para el nombre al que apuntan las niñas desde la grada con la boca abierta y los ojos chispeantes de ilusión. Bilbao es especial, Lezama es una isla en medio del universo del fútbol, y su gente se merece despedir a su capitana en un campo, no desde las redes sociales o las páginas de un periódico. Pero no me parece apropiado buscar culpables a una situación devastadora que nos ha desbordado a todos y en la que había que tomar medidas excepcionales, y mucho menos culpar al fútbol. El fútbol no es el villano que lo convierte todo en injusto, por raro que pueda parecer. Volviendo a nuestra película, me imagino más bien al fútbol femenino como ese ente desconocido, menospreciado, insultado, vilipendiado, cuestionado durante décadas. Imagínenlo ustedes también como a un perrillo sin collar que ha ido poco a poco haciéndose a la gente del pueblo en el que fue a parar, huyendo de los palos, robando comida para sobrevivir, durmiendo al calor de un humeante callejón oscuro con la mirada apagada. Ese perrillo sin collar que no se fiaba de nadie encajó, vaya usted a saber por qué, con una muchacha de Pamplona. No se hicieron daño, crecieron juntos, se cuidaron, se quisieron, y, un día, cuando el perrillo ya no se parecía a la sombra de lo que fue gracias a aquel amor incondicional, la muchacha dejó de salir a su encuentro cuando la esperaba, como cada mañana, en la entrada de acceso a una ciudad deportiva, con la cola oscilante y la lengua caída, preparado el salto para recibirla en ese gesto tan tierno que tienen los perrillos cuando se ponen felices por la más mínima tontería o por la presencia de quien les hace sentir el ser más mimado de la creación. Por cosas que se nos escapa controlar, nadie dejó que se despidiera de él. Simplemente, no llegó.

Qué tristeza pensar en el fútbol esperando a que Ainhoa vuelva.

Se retira Ainhoa Tirapu, meta internacional del Athletic

Artículo publicado en el diario Deia el 28/04/2020

Ha jugado durante quince temporadas un total de 358 partidos oficiales


Ainhoa Tirapu. Borja Guerrero

La meta internacional del Athletic Ainhoa Tirapu ha decidido retirarse del fútbol en activo al final de la presente temporada, por lo que, si no se reanuda la competición por la pandemia de COVID-19, la actual capitana del conjunto bilbaino habría jugado ya su último partido.

(Fuente: Canal YouTube: Athletic Club)



La portera navarra (Iruñea, 04-09-1984) es una clásica tanto del Athletic, en el que ha jugado durante quince temporadas un total de 358 partidos oficiales, la cuarta que más en la historia del club vasco; como de la selección española, con la que disputó 46 encuentros y jugó la Eurocopa de 2013 y el Mundial de 2015.

En su retirada, cerca de los 36 años de edad, el Athletic destaca que la campeona de Liga en 2006-2007 y 2015-2016 "ha dejado huella en el fútbol femenino" porque ha sido una "líder innata bajo palos" y también una "líder fuera de los terrenos de juego".

La meta navarra, ya fuera de los terrenos de juego, ha sido una de las grandes abanderadas y portavoz en la lucha por el primer convenio para el fútbol femenino firmado el pasado febrero.

Tirapu se formó en el equipo de su pueblo, el Lagunak, de Barañain, y después jugó una temporada en el Puebla, de Badajoz, antes de incorporarse al Athletic en el verano de 2015.

lunes, 27 de abril de 2020

Once leyendas del Athletic Club por dorsales

Fuente: Diario As

Repasamos del 1 al 11 las leyendas del Athletic que han portado esos míticos dorsales.

1. Iríbar

El león más legendario de la historia, nadie tiene tantos partidos como él. Un portero que marcó una época. Su uniforme negro, el saque largo con la mano y su despeje de puños asombraron al mundo.


2. Santi Urkiaga

Lateral muy bravo, destacaba por sus marcajes férreos al contrario. No era muy amigo de incorporarse al ataque, pero cuando lo hacía cumplía con enorme regularidad.


3. Larrazábal

Lateral izquierdo que jamás se olvidará en Bilbao. Especialista en marcar penaltis. Físicamente era portentoso. Se incorporaba al ataque muy veloz. Su chupete dedicando cada tanto a sus hijos le hizo aún más famoso.


4. Alkorta

Mucha calidad, central moderno, adelantado a su tiempo, que sacaba el balón con enorme criterio. Sumaba calidad y contundencia. En acciones ofensivas iba bien por arriba. Se fue al Madrid y tuvo una segunda etapa como león.


5. Goikoetxea

Símbolo de la casta de San Mamés. Central aguerrido, a la vieja usanza, no se andaba con contemplaciones. La lesión a Maradona le marcará de por vida. Anotó muchos goles.


6. Irureta

Jugador sobresaliente en el Atlético y en su querido Athletic. Sobresalió como un centrocampista polivalente, valioso, peón de brega de lujo y con llegada a gol.


7. Dani

Lo que se llama un pillo. Daniel Ruiz Bazán fue uno de los jugadores con más raza del Athletic. Bajito pero rápido, era muy hábil en el dominio del balón y un auténtico especialista en lanzar penaltis con su famosa paradinha. Iba a por todas y no se asustaba ante nadie. Gran goleador.


8. Julen Guerrero

Ejerció de centrocampista adelantado o mediapunta, e incluso de delantero con facilidad para definir en situaciones de gol. Tenía mucha técnica y era dinámico. Muchísimo tirón mediático y entre el público femenino. Pudo volar a otros equipos pero no quiso.


9. Zarra

Hasta que apareció Messi, el gol era él. Poderoso, rotundo, rematador nato, “uno de los delanteros centros más inteligentes que yo he visto”, como lo definió su compañero Gainza.


10. Fidel Uriarte

Los habrá habido más fuertes, técnicamente mejor dotados, con una clase superior, con una carrera más dilatada, que conquistaron gran número de títulos, pero Uriarte representaba los valores rojiblancos a la perfección, además de ser un futbolista de talento, espectacular y, sobre todo, muy completo. Centrocampista de vocación ofensiva, zurdo, un tanto anárquico si bien clarividente para interpretar el juego, poseedor de un demoledor instinto para el remate, Uriarte compartió época con otras dos glorias de la entidad: Iribar y Txetxu Rojo. Portentoso de cabeza.


11. Txetxu Rojo

Es de esa clase de jugadores a los que se les tacha de fríos, que solo juegan cuando les da la gana. Era puro talento y tenía buen físico. Una azote para los árbitros. Gran personalidad, ponía el balón para el delantero como nadie.

La noche en la que Llorente se vistió de héroe

Artículo publicado por Fran Vicente en el diario Mundo Deportivo el 26/04/2020

Con dos asistencias y un gol en el minuto 88 selló hace hoy ocho años el pase del Athletic a la final de la Europa League


El Athletic celebra el pase a la final de la Europa League
logrado el 26 de abril de 2012 (Foto: Aiol)

Se intuía que podía ser una gran noche, de las últimas en el viejo San Mamés, y el pueblo rojiblanco respondió como no podía ser de otra forma. Lleno absoluto en la Catedral en busca del pase a una final europea 35 años después. El rival, el Sporting de Portugal, que traía una ventaja mínima del duelo de ida en tierras lusas. Un tanto de Fernando Llorente en las postrimerías de un encuentro que se encaminaba a la prórroga desató la euforia en Bilbao aquella noche del 26 de abril. Se cumplen hoy ocho años de aquel encuentro para recordar.

La Europa League de aquella temporada 2011-12, la primera de Marcelo Bielsa en el banquillo, dejó partidos de los que perduran en la memoria de los aficionados. Tras una impecable fase de grupos contra Red Bull Salzburgo, PSG y Slovan de Bratislava, en los que la única derrota llegó en París, ya con la primera plaza asegurada, las emociones fuertes llegaron con los cruces. Duro de pelar el primero, contra el Lokomotiv de Moscú, sacado adelante por el valor doble de los goles a domicilio. Llegó después una cita histórica en Manchester, con exhibición ante el United, confirmada en la vuelta en Bilbao. En cuartos de final el enemigo fue el Schalke 04 alemán, al que se dejó noqueado en la ida en su estadio con un 2-4 para meterse en semifinales con un 2-2 en casa.

El Athletic llegaba en forma a unas semifinales en las que le aguardaba el Sporting luso, con el Atlético de Madrid y el Valencia por la otra parte de un cuadro que había quedado restringido a la Península Ibérica.

Sufrieron los de Bielsa en la ida en Lisboa, pese a que Aurtenetxe les dio ventaja en una acción a balón parado. Insúa hizo el empate y Diego Capel el 2-1 en una recta final en la que los portugueses pudieron ampliar el marcador.

Tocaba remontar ese 2-1 y San Mamés se vistió de gala para ello. El Athletic, sin caer en la precipitación, tuvo llegadas desde el principio. Llorente, Muniain e Ibai avisaron pronto y en el minuto 16 se abrió el marcador. Combinación por la derecha, centro de Muniain, Llorente la baja con el pecho y Susaeta con la zurda remata en semifallo para batir a Rui Patricio.

El Athletic estaba en esos momentos en la gran final, pero quedaba mucho por hacer. El Sporting despertó y lanzó sus primeros ataques sobre la meta de Iraizoz, que fue batida en el minuto 43 por el holandés Van Wolfswinkel tras una serie de rechaces a la salida de un córner.

Era un golpe psicológico en toda regla para los rojiblancos, quienes, no obstante, supieron darle la vuelta y pasar de encajarlo a propinarlo. Justo antes del descanso, cuando el reloj marcaba los primeros segundos por encima del 45, una gran jugada colectiva del Athletic, con maniobra espectacular de Llorente, la culminaba Ibai superando a Rui Patricio y nivelando la eliminatoria. Un sabor de boca bien diferente para marchar a vestuario.

La segunda parte fue del Athletic por completo en busca del gol de la clasificación. Se hizo de rogar, pero llegó en el minuto 88 cuando Llorente acertó a meter su pierna derecha para desviar en el primer palo un centro de Ibai y hacer el 3-1 que dio el pasaporte a la segunda final europea en la historia del Athletic.

El de Rincón de Soto se lanzó al suelo con lágrimas en los ojos cuando el británico Martin Atkinson señaló el final del encuentro: “Ha sido el gol más importante de mi carrera”, decía a los medios tras un choque en el que reconoció que había llorado.

“Pocas veces he escuchado un ambiente así en mi vida. Es una victoria para el romanticismo del fútbol, unos chicos de Euskadi conquistando Europa, llegando a una final en este mundo donde pesa tanto el talonario”, decía Michael Robinson en la transmisión televisiva.

Fue una gran noche para el Athletic, con el pase a su segunda final de la temporada, tras la de Copa asegurada en febrero. Lo de la final de Bucarest, 13 días después, fue una historia bien diferente.

Un recuerdo mágico para Athletic femenino

Artículo publicado por Arkaitz Aramendia en el diario Deia el 27/04/2020

Se cumplen hoy diecisiete años del primero de los cinco títulos de Liga del Athletic Femenino, que devoró al Híspalis con 35.000 fieles en San Mamés


Las jugadoras y el cuerpo técnico del conjunto rojiblanco
posaron tras conquistar el título. Foto Efe

Histórica, inolvidable y, sobre todo, mágica. Así fue la soleada mañana del 27 de abril de 2003, cuando el antiguo San Mamés, con 35.000 fieles en las gradas, récord de asistencia hasta entonces en un partido de fútbol femenino, llevó en volandas al Athletic para que las leonas abrazaran el primero de los cinco títulos de liga que lucen en sus vitrinas. Dos jornadas después de estrenar presencia en la vieja Catedral con goleada a costa del Puebla extremeño (5-1) al calor de 23.000 espectadores, las bilbainas regresaron al templo rojiblanco con el objetivo de vencer al Híspalis y adjudicarse su primera Superliga en el último compromiso liguero del curso. Lo ocurrido antes, durante y después de los noventa minutos de juego, sellados con un inapelable 5-0 que jugadoras, cuerpo técnico y afición celebraron por todo lo alto, nunca pasará al olvido para quienes tuvieron la oportunidad de erigirse en inmortales protagonistas de un hito que perdura en el recuerdo colectivo.

Fueron los casos, entre otras y otros, del entrenador Iñigo Juaristi (Berango, 1968) y las rojiblancas Aitziber Juaristi (Getxo, 1976), más conocida como Tzibi, y Eli Ibarra (Azkoitia, 1981), dos auténticas leyendas que recuerdan a la perfección cada pasaje de una jornada "increíble" en la que el Híspalis nada pudo hacer ante el vendaval bilbaino, que se abrió paso en el minuto 30 con un gol de cabeza de Tzibi en un córner botado por Ibarra. "Me ponía en el segundo palo y no solían llegar muchos balones ahí, pero aquel llegó y pude meter la cabeza; fue marcar y flipar", admite la que fuera central del Athletic. Solo dos minutos después, en medio de una fiesta que fue a más, fue la delantera Eba Ferreira la que puso el 2-0 en el marcador para empezar a poner tierra de por medio en un choque al que se sumaron como goleadoras en la segunda mitad la propia Eba, Ibarra y Lorena. Victoria y misión cumplida. Campeonas de liga por primera vez, en la temporada del estreno con el escudo del Athletic en el pecho, en un marco incomparable y con el Levante como gigante derrotado en una dura pugna por el título al finalizar el campeonato ambos equipos con 55 puntos.

"Fue una pasada", como acierta a pronunciar Tzibi, quien recuerda que aquel inolvidable 27 de abril de hace ya la friolera de diecisiete años "nos jugábamos todo y encima en San Mamés, lo cual nadie esperaba al empezar la temporada al partir como novatas, pero se bordó". "Conseguimos ser competitivas durante todo el año y adjudicarnos el título, no pudimos soñarlo mejor, pero teníamos una gran ilusión y un equipo del copón, comprometido y con mucha calidad, porque si no hubiera sido imposible ganar aquella liga y las que vinieron después contra rivales que también elegían entonces jugadoras con el dedo", remarca la getxotarra, al frente en la actualidad del Femenino C del Athletic que milita en la Territorial y capitana rojiblanca en la indescriptible cita ante el Híspalis que supuso un antes y un después, toda vez que "las estadísticas cambiaron un montón a partir de entonces y hubo muchas más fichas de jugadoras al convertirse el fútbol femenino en algo más visible y tener ya las niñas espejos en los que poder mirarse para tener como referencias", explica Tzibi, que admite sentir "vértigo" al echar la vista tan atrás y recordar cómo en aquel histórico partido frente al conjunto andaluz, San Mamés "se fue llenando sin que nadie se lo pudiera esperar y fue imposible mantener la concentración durante el calentamiento viendo lo que estaba pasando".

NERVIOS "ESPECIALES"

Eli Ibarra, encargada como jugadora con más partidos oficiales en la historia del Athletic de entregar hace hoy un año el primer premio One Club Woman Award a la exfutbolista del Umeå IK Malin Moström, confiesa que cuanto aconteció contra el Híspalis en la consecución del primer título liguero "lo vas valorando más a medida que pasa el tiempo, porque cuando lo vivimos nos desbordó todo aquello por lo que suponía no solo para el Athletic, sino para todo el fútbol femenino en general reunir a 35.000 personas en San Mamés". "Ganar el título ante tanta gente y celebrarlo después en aquel camión por las calles de Bilbao fue impresionante", subraya a su vez la de Azkoitia, quien completó una soberana actuación a título individual con gol y asistencia incluida.

"Marcar en San Mamés siempre es especial y, aunque yo era más de centrar, tuve esa suerte de poder celebrar un gol con toda nuestra afición", destaca orgullosa Ibarra, quien no olvida la vuelta de honor "montadas en el carrito del IMQ" y que aquella magnífica mañana "fuimos dos horas antes al campo y antes de salir a calentar ya oíamos los bombos y que había ambiente, pero cuando salimos ya a calentar y nos empezaron a ovacionar fue algo sorprendente para nosotras, porque veíamos que se iba llenando el campo cada vez más". "En todos los partidos sientes ciertos nervios, pero lo de aquel día fue muy especial y diferente porque los nervios eran mayores, aunque cuando el balón empezó a rodar nos dedicamos a jugar", relata la guipuzcoana, encargada de entrenar a la plantilla Genuine del Athletic y de colaborar en distintos proyectos de la Fundación de un club que abrió su sección femenina en 2002, tras la unión con el Leioa EFT, con el objetivo inicial de "quedar terceras o cuartas en liga, porque había un equipo como el Levante que dominaba la categoría".

Al cuadro granota, sin embargo, se impusieron al término de la campaña 2002-03 las leonas, que revalidaron título en los ejercicios 2003-04, 2004-05, 2006-07 y, por último, en la campaña 2015-16 a la espera de poder repetir gesta en un futuro. "Es posible que cada vez esté más difícil, pero en nuestra época tampoco era fácil al tener que superar a grandes equipos también, pero lo logramos con mucho trabajo y garra", advierte Ibarra, cuyo discurso, al igual que el de Tzibi, defiende y potencia Iñigo Juaristi, quien dirigió y comandó desde el banquillo los cuatro primeros títulos ligueros de las rojiblancas. "Será difícil volver a tener una generación de jugadoras como aquella, porque era muy especial y no solo por los títulos, que también están ahí", asegura Juaristi, quien agrega que "la exigencia va a más y el nivel de la competición ha subido en general, pero la plantilla que teníamos entonces era excepcional en todos los sentidos, tanto en cuestión de calidad, como en el aspecto físico y en la ilusión que había en el vestuario".

"INVENCIBLES" EN CASA

El actual entrenador del Bizkerre, donde Juaristi vuelve a "disfrutar" sentado en los banquillos, recuerda que durante la temporada del primer título de liga, en la que "tenía la sensación de que éramos invencibles cuando jugábamos en casa", "tuvimos muchos momentos increíbles y no sabría decir si el del Híspalis fue el más emocionante de todos, pero sí fue el que puso la guinda a todo lo anterior, porque disfrutamos al máximo con San Mamés casi lleno". "Tener la posibilidad de defender el escudo del Athletic después de tantos años trabajando para el fútbol femenino fue algo muy bonito, aunque con lo que más me quedo de aquel día, en contra de lo que pueda parecer, es con la sensación de que hubo gente dentro del grupo que no pudo disfrutar en el campo lo que habían podido merecer por todo lo que habían hecho y trabajado también".

"Lo que más me preocupaba era que el equipo no acusara la sensación ambiental de jugar en San Mamés y se centrara en lo que hacía bien, lo cual se consiguió", expone con plena satisfacción Juaristi, parte fundamental de un recuerdo mágico.

domingo, 26 de abril de 2020

Historia del Athletic Club por Tomás Ondarra (VI)

Autor de las ilustraciones Tomás Ondarra

Tomás Ondarra publica en sus redes sociales una ilustración en la que refleja el día a día de la cuarentena producida por el virus Covid19 junto a otra relacionada con la historia de nuestro amado Athletic Club, desde su fundación hasta nuestros días.

20/04/2020


21/04/2020


22/04/2020


23/04/2020


24/04/2020


25/04/2020


26/04/2020

miércoles, 22 de abril de 2020

Asier Villalibre responde #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


Se cumplen 57 años del debut de Iribar en San Mamés

Artículo publicado en el diario Deia el 21/04/2020

Disputó su primer partido en la última jornada de la Liga 1962-63 frente al Real Madrid CF


Iribar en la despedida de San Mamés. Athletic

El 21 de abril de 1963, hace hoy 57 años, José Ángel Iribar Kortajarena con 20 años recién cumplidos jugó su primer encuentro con el Athletic en San Mamés. Fue en la última jornada de la Liga 1962-63 frente al Real Madrid CF, que ya se había proclamado campeón de la competición y que se impuso 0-1 con gol de penalti de Puskas.

Sin embargo, no fue el primer partido que disputaba Iribar en San Mamés, porque ya lo hizo defendiendo la portería del CD Basconia contra la SD Indautxu, ganando 0-2 el 12 de octubre de 1961, en la 7ª jornada de la Segunda División.

A la conclusión de esa temporada 1961/62 fichó por el Athletic, donde permaneció 18 campañas hasta su retirada en la 1979/80. Su debut defendiendo nuestro escudo se produjo en Málaga el 23 de septiembre de 1962, sustituyendo en el minuto 61 a un Carmelo Cedrún que había recibido un golpe en la cabeza.

Con 614, es el futbolista con más partidos oficiales en la historia del Athletic. Conquistó las Copas de 1969 y de 1973, además de proclamarse Zamora de la Liga entre medio, en 1970.

Sin embargo, una de sus imágenes más icónicas no corresponde a un título, sino a la derrota en la final de la Copa de 1966 contra el Real Zaragoza en el Santiago Bernabéu, tras la cual, y pese a perder, fue sacado a hombros tras su gran actuación.

Iribar se retiró en 1979 pero jugó su último partido con la camiseta del Athletic el 5 de junio de 2013, en la emocionante despedida de San Mamés en la que contó con unos minutos contra la selección de Bizkaia tras sustituir a Raúl Fernández en el equipo que entonces dirigía Marcelo Bielsa.

domingo, 19 de abril de 2020

Vanesa canta las cuarenta

Artículo publicado por Alberto García en el diario Mundo Deportivo el 19/04/2020

La defensa rojiblanca, la más veterana de la Liga, sopla hoy 40 velas en pleno confinamiento


Vanesa Gimbert posando en Lezama
para MD en una entrevista (Juan Echeverria)

La rojiblanca Vanesa Gimbert Acosta (Bergara, 19-4-1980) sopla hoy cuarenta velas. Celebra su cumpleaños en cuarentena. La futbolista más veterana de la Liga suma siete temporadas en el Athletic desde su fichaje en 2013, procedente del Espanyol en el que militó tres campañas (2010-13). Larga carrera de fondo la de la central que, previamente, en la elite también había defendido las camisetas de Rayo Vallecano (2007-10), Sevilla (2004-07), Estudiantes (2003-04) y Levante (1999-2003). Se inició en el Modelia Montilla de Córdoba, lugar al que se trasladó su familia.

Vanesa, en el club bilbaíno, acumula 205 partidos y 35 goles desde su debut oficial, el 7 de septiembre de 2013 de la mano de Juan Luis Fuentes, en un derbi ante la Real (1-0) ganado con un gol de Irene Paredes al cuarto de hora de juego. La ‘21’ rojiblanca reparte sus encuentros entre Liga (188), Copa (15) y UEFA Womens Champions (2). En la campaña 2015-16 figura el título liguero bilbaíno en su palmarés. Tiene otros cuatro y cinco Copas.

Desde su aterrizaje en Lezama, Gimbert ha estado prácticamente siempre en la treintena de choques en Liga por temporada. Una fija en los esquemas de los técnicos, gracias a su capacidad de liderazgo, buen manejo de balón, colocación sobre el terreno de juego y colaboración con algunos goles en las jugadas de estrategia. Se podría decir que es una de esas piezas con jerarquía en el equipo.

En el presente curso, ha participado en 14 citas (todas ellas como titular) de las 21 que se han disputado sobre el verde en Liga hasta la interrupción competitiva, con 1.243 minutos en sus piernas. Es la octava rojiblanca en este apartado estadístico, por detrás de Oihane (1.304), Azkona (1.344), Moraza (1.345), Garazi (1.429), Lucía García (1.487), Damaris (1.670) y la líder destacada Maite Oroz (1.796) sumados en 21 partidos.

En la actual campaña 2019-20, Gimbert fue relevada en el minuto 74 del choque con el Levante en la primera jornada liguera. Un dato importante, ya que ahí se rompió una impresionante racha de la defensa del Athletic. En ese punto se detuvo su récord de 86 partidos completos consecutivos en el Athletic, incluyendo dos Ligas completas. Aunque mantiene su serie de 88 partidos seguidos sobre el terreno de juego. Se detuvo al no viajar a Tenerife por unas molestias musculares. Se le hizo “raro” estar en casa.

En una entrevista con MD, en junio de 2018, explicó cómo se decidió a fichar por el Athletic. “Iñigo Juaristi estuvo llamándome muchos años y hasta que no dije que sí no paró. Eso siempre se lo agradeceré, que no se aburriera de llamarme porque perfectamente lo podría haber hecho. Insistió y hoy tengo que agradecerle el poder estar jugando aquí, el defender estos colores y disfrutar de estas instalaciones”, dijo entonces.

Vanesa alcanza los 40 años y lo hace compartiendo vestuario con jugadoras a las que prácticamente dobla la edad, casos de Valdezate (nacida el 10 de abril de 2000), Damaris (1999), Oihane (2000), Amaiur (2000), Oguiza (2000)... Y otras nacidas en 1998, 1999...

En mayo de 2019 explicaba parte de los secretos de esa longevidad. “Cuidarme mucho, intentar hacer una buena recuperación, la alimentación... También he notado que este año el cuerpo técnico me ha cuidado, quitándome algún contenido...”, apuntaba. Al mismo tiempo, desvelaba que “lo que más noto es en la recuperación, pero en otras cosas no lo noto mucho o tiro de experiencia y sé cosas que no puedo hacer... Creo que por ahí va un poco la historia”.

En mayo de 2019 renovó por una temporada más, hasta junio de 2020. Acaba contrato. Aunque todavía no ha pensado en ello. Lo hará cuando todo vuelva a la ‘normalidad’. Aunque en varias ocasiones en las últimas campañas, al ser cuestionada por su futuro, ha lanzado que “llevo unos años diciendo que me voy a retirar y, al final, me acaban convenciendo para seguir”.

Fuente: Twitter Athletic Club @AthleticClub

Historia del Athletic Club por Tomás Ondarra (V)

Autor de las ilustraciones Tomás Ondarra

Tomás Ondarra publica en sus redes sociales una ilustración en la que refleja el día a día de la cuarentena producida por el virus Covid19 junto a otra relacionada con la historia de nuestro amado Athletic Club, desde su fundación hasta nuestros días.

13/04/2020


14/04/2020


15/04/2020


16/04/2020


17/04/2020


18/04/2020


19/04/2020

Iñigo Martínez responde #DesdeCasa

Fuente: Canal YouTube Athletic Club


La afición del Athletic acude a la llamada para celebrar la no final de Copa en los balcones

Artículo publicado en el diario Deia el 18/04/2020

LOS SEGUIDORES DEL ATHLETIC HAN TEÑIDO DE ROJO Y BLANCO SUS VIVIENDAS PARA ANIMAR LA JORNADA



La afición del Athletic acude a la llamada para celebrar la no final de Copa en los balcones J.M. Martínez



La afición del Athletic acude a la llamada para celebrar la no final de Copa en los balcones J.M. Martínez



La afición del Athletic acude a la llamada para celebrar la no final de Copa en los balcones J.M. Martínez



La afición del Athletic acude a la llamada para celebrar la no final de Copa en los balcones Oskar M. Bernal

A falta de la final de Copa, un encuentro para la historia que iba a movilizar a más de 50.000 seguidores del Athletic y la Real Sociedad, que iban a hacer de Sevilla una bombonera, el derbi se vivirá de otra manera en los balcones de Bizkaia y Gipuzkoa gracias a la iniciativa de un grupo de seguidores rojiblancos.

Así, Bilbao y prácticamente toda Bizkaia se ha engalanado este sábado de rojiblanco cuando ya llevamos más de un mes de confinamiento. Hay ganas de celebrar. Hay ganas de final, hay ganas de levantar la Copa.

Esta iniciativa impulsada en las redes sociales, a la que han llamado "derbi en los balcones", ha pedido a los seguidores del Athletic teñir de rojo y blanco sus viviendas y animar la jornada, desde las 12.30 horas, con un pintxo-pote. Pues dicho y hecho. Y por la tarde, a las 20.05, después de aplauso a los sanitarios, se insta a cantar los respectivos himnos y acabar con el Txoria Txori.

AMBIENTE BALCONERO

Desde primera hora de la mañana han sido centenares los seguidores que han publicado en sus redes sociales fotografías y vídeos en los que se podían escuchar el himno del Athletic y canciones tradicionales vascas desde viviendas decoradas con bufandas, banderas o camisetas rojiblanca.

SOCIOS CENTENARIOS

Uno de ellos ha sido Juan Antonio Virumbrales, que a sus 93 años de edad y con carné desde 1939 es el socio número 1 del Athletic y a quien el confinamiento no ha supuesto un obstáculo para celebrar este día con sus vecinos desde su casa en la céntrica calle bilbaina de Doctor Areilza.

Los seguidores que han tenido que aplazar a una fecha aún por conocer un masivo desplazamiento a Sevilla, donde se esperaban no menos de 50.000 seguidores del Athletic, han regado con vino, cerveza, refrescos o agua los suculentos aperitivos, en los que no faltaba el marisco, que han preparado para la ocasión.

Algunos de ellos, como en la localidad de Santurtzi, han celebrado por anticipado la victoria del Athletic paseando una gabarra, sujetada con cuerdas, entres dos balcones.