Tira cómica publicada tras el partido Schalke 04 - Athletic Club por Asier en su blog 'Athletic Risas Club' (Click en la imágen para ampliar)
viernes, 30 de marzo de 2012
Humor rojiblanco
lunes, 26 de marzo de 2012
Participaciones del Athletic Club en Europa (1973 - 74)
RECOPA
Torpedo 0 – Athletic 0
Ronda 1/16 Partido de ida
19 de septiembre de 1973
Alineaciones:
Torpedo: Rakudkin, Krasnov, Akonov, Sabiniak, Bukurlakev 46', Soloviov, Djanek, Yurin, Nikonov, Diektariov 71', Fetisov, Abramov 46', Salimov 71'
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain, Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa 63', Villar, Arieta II, Uriarte 79', Rojo I, Carlos 63', Igartua 79'
Así lo contó 'El Correo': "El Athletic, en partido correspondiente a la Recopa, consiguió ayer un empate a cero ante el Torpedo de Moscú, resultado que permitirá a nuestro club el hacer frente con cierta tranquilidad el partido de vuelta, a celebrarse el proximo día 3 de octubre en San Mamés."
Ver portada El Correo
Athletic 2 - Torpedo 0
Ronda 1/16 Partido de vuelta
3 de octubre de 1973
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain 40', Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II, 65'Uriarte, Rojo I, Larrauri 40', Igartua 65'
Torpedo: Rakinski, Tukmanov, Pajornov, Krasnov, Yanetz 55', Zabiniak, Fetisov, Nikonov, Soloviev, Yurin, Smirnov, Abranov 55'
GOLES: 1-0 (30') Astrain, 2-0 (49') Lasa
Así lo contó 'El Correo': "Dos a cero en San Mamés anoche y el Athletic de Bilbao pasa a los octavos de final de la Recopa. Astráin fue el autor del primer tanto. Un centro largo de Rojo I desde su posición que el navarro, donde se ponen en juego los tobillos, no dudó en entrar a rematar. El balón entró... y Astráin tuvo que retirarse precisamente por su arrojo. Luego vendría el otro gran gol de Lasa para pasaportar al Athletic a la siguiente eliminatoria."
Ver portada El Correo
Beroe 3 – Athletic 0
Ronda 1/8 Partido de ida
24 de octubre de 1973
Alineaciones:
Beroe: Krastev, Ch.Beltkoev, Todorov, Tasev, Gordov, Jelev, Kirov, Ivantchovski, Petkov, Dimitrov, Ge.Beltkoev 68', Boltsei 68'
Athletic: Iribar, Sáez, Larrauri, Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II 78', Uriarte, Rojo I, Amorrortu 78'
GOLES: 1-0 (36') Dimitrov, 2-0 (56') Jelev, 3-0 (80') Boltsei
Así lo contó 'El Correo': "Gran ambiente en el estadio del Beroe. Terreno en malas condiciones, como ya anunciamos. Se cortó la hierba de un día para otro y se pasó el rodillo, pero no cambió su dificultad para llevar y jugar el balón. Prácticamente se llenó el campo, con más de los quince mil espectadores que nos dijeron que caben. Ninguna localidad cubierta y grandes obras para sus reformas y ampliacion, y una temperatura de unos seis o siete grados. Viento a favor del Athlétic en el primer tiempo. que fue quien eligió campo. Comenzó a lloviznar al cuarto de hora de juego y así durante todo el encuentro. Grandes animadores los búlgaros del Beroe, se entregaron plenamente a su equipo y gritaron mucho cuando avanzaban sus jugadores, y un detalle curioso: los postes de la portería son cuadrados. Algo que no habíamos visto en un campo de fútbol hace mucho tiempo. Otro detalle singular: en el descanso se cambió de balón porque aquel con el que se jugó la primera parte estaba ya que se caía de viejo."
Ver portada El Correo
Athletic 1 - Beroe 0
Ronda 1/16 Partido de vuelta
7 de noviembre de 1973
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain 78', Aranguren, Gisasola, Rojo II 84', Lasa, Villar, Arieta II, Uriarte, Rojo I, Larrauri 78', Igartua 84'
Beroe: Krastev, Beltchoev, Todorov, Tasev, Gordov, Jelev, Kirov, Ivantchovski, Petkov, Dimitrov 86', Beltcoev 30', Bantchev 30', Ivanov 86'
GOLES: 1-0 (30') Lasa
Así lo contó 'El Correo': "Ambiente sensacional en San Mamés. Prácticamente lleno, a pesar de que se comenzaba a jugar con un tres a cero en contra. Espléndida afición la bilbaína, que apoyó con sus gritos de ánimo desde antes de comenzar a jugar, aunque luego, poco a poco, se fuese abajo lo mismo que el equipo. Uno a cero, al final , en el marcador. Triunfo del Athlétic Club de Bilbao sobre el Beroe, de Stara Zagora. Pero diferencia corta, pues no se enjugaron los tres goles en contra, con lo cual, dignamente, el once bilbaíno dice adiós a la Recopa.
El equipo del Athlétic inició su "show" con, una afortunada presentación en la que el saludo desde el centro del campo, y la continuación de cara a cada tribuna, encendió los ánimos y calentó el ambiente. También su juego, de salida, fue de entregarse plenamente a la tarea y si no llegaron más goles, no habrá que culpar de ello a la buena voluntad de cuantos vistieron de rojiblanco. Se entregaron a fondo a esa bella tarea de buscar el gol y merecieron un premio mejor. Valga esto por un adiós.., que siempre es triste."
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Torpedo 0 – Athletic 0
Ronda 1/16 Partido de ida
19 de septiembre de 1973
Alineaciones:
Torpedo: Rakudkin, Krasnov, Akonov, Sabiniak, Bukurlakev 46', Soloviov, Djanek, Yurin, Nikonov, Diektariov 71', Fetisov, Abramov 46', Salimov 71'
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain, Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa 63', Villar, Arieta II, Uriarte 79', Rojo I, Carlos 63', Igartua 79'
Así lo contó 'El Correo': "El Athletic, en partido correspondiente a la Recopa, consiguió ayer un empate a cero ante el Torpedo de Moscú, resultado que permitirá a nuestro club el hacer frente con cierta tranquilidad el partido de vuelta, a celebrarse el proximo día 3 de octubre en San Mamés."
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Athletic 2 - Torpedo 0
Ronda 1/16 Partido de vuelta
3 de octubre de 1973
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain 40', Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II, 65'Uriarte, Rojo I, Larrauri 40', Igartua 65'
Torpedo: Rakinski, Tukmanov, Pajornov, Krasnov, Yanetz 55', Zabiniak, Fetisov, Nikonov, Soloviev, Yurin, Smirnov, Abranov 55'
GOLES: 1-0 (30') Astrain, 2-0 (49') Lasa
Así lo contó 'El Correo': "Dos a cero en San Mamés anoche y el Athletic de Bilbao pasa a los octavos de final de la Recopa. Astráin fue el autor del primer tanto. Un centro largo de Rojo I desde su posición que el navarro, donde se ponen en juego los tobillos, no dudó en entrar a rematar. El balón entró... y Astráin tuvo que retirarse precisamente por su arrojo. Luego vendría el otro gran gol de Lasa para pasaportar al Athletic a la siguiente eliminatoria."
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Beroe 3 – Athletic 0
Ronda 1/8 Partido de ida
24 de octubre de 1973
Alineaciones:
Beroe: Krastev, Ch.Beltkoev, Todorov, Tasev, Gordov, Jelev, Kirov, Ivantchovski, Petkov, Dimitrov, Ge.Beltkoev 68', Boltsei 68'
Athletic: Iribar, Sáez, Larrauri, Zubiaga, Gisasola, Rojo II, Lasa, Villar, Arieta II 78', Uriarte, Rojo I, Amorrortu 78'
GOLES: 1-0 (36') Dimitrov, 2-0 (56') Jelev, 3-0 (80') Boltsei
Así lo contó 'El Correo': "Gran ambiente en el estadio del Beroe. Terreno en malas condiciones, como ya anunciamos. Se cortó la hierba de un día para otro y se pasó el rodillo, pero no cambió su dificultad para llevar y jugar el balón. Prácticamente se llenó el campo, con más de los quince mil espectadores que nos dijeron que caben. Ninguna localidad cubierta y grandes obras para sus reformas y ampliacion, y una temperatura de unos seis o siete grados. Viento a favor del Athlétic en el primer tiempo. que fue quien eligió campo. Comenzó a lloviznar al cuarto de hora de juego y así durante todo el encuentro. Grandes animadores los búlgaros del Beroe, se entregaron plenamente a su equipo y gritaron mucho cuando avanzaban sus jugadores, y un detalle curioso: los postes de la portería son cuadrados. Algo que no habíamos visto en un campo de fútbol hace mucho tiempo. Otro detalle singular: en el descanso se cambió de balón porque aquel con el que se jugó la primera parte estaba ya que se caía de viejo."
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Athletic 1 - Beroe 0
Ronda 1/16 Partido de vuelta
7 de noviembre de 1973
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Astrain 78', Aranguren, Gisasola, Rojo II 84', Lasa, Villar, Arieta II, Uriarte, Rojo I, Larrauri 78', Igartua 84'
Beroe: Krastev, Beltchoev, Todorov, Tasev, Gordov, Jelev, Kirov, Ivantchovski, Petkov, Dimitrov 86', Beltcoev 30', Bantchev 30', Ivanov 86'
GOLES: 1-0 (30') Lasa
Así lo contó 'El Correo': "Ambiente sensacional en San Mamés. Prácticamente lleno, a pesar de que se comenzaba a jugar con un tres a cero en contra. Espléndida afición la bilbaína, que apoyó con sus gritos de ánimo desde antes de comenzar a jugar, aunque luego, poco a poco, se fuese abajo lo mismo que el equipo. Uno a cero, al final , en el marcador. Triunfo del Athlétic Club de Bilbao sobre el Beroe, de Stara Zagora. Pero diferencia corta, pues no se enjugaron los tres goles en contra, con lo cual, dignamente, el once bilbaíno dice adiós a la Recopa.
El equipo del Athlétic inició su "show" con, una afortunada presentación en la que el saludo desde el centro del campo, y la continuación de cara a cada tribuna, encendió los ánimos y calentó el ambiente. También su juego, de salida, fue de entregarse plenamente a la tarea y si no llegaron más goles, no habrá que culpar de ello a la buena voluntad de cuantos vistieron de rojiblanco. Se entregaron a fondo a esa bella tarea de buscar el gol y merecieron un premio mejor. Valga esto por un adiós.., que siempre es triste."
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jueves, 22 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
La 'C' del Athletic
Artículo publicado por Jon Uriarte en su sección 'El Piscolabis' en el diario El Correo el 16/03/2012
Desde que unos tipos que hablaban en inglés decidieron pegarle patadas a una bola de trapo en la ribera de la ría y decidimos imitarles, hay una letra que destaca en nuestro abecedario. La 'C'. Cierto que Athletic comienza por “A”, pero es la “C”, quien nos representa mejor. Para comprobarlo, he aquí el apartado dedicado a dicha letra en el “Diccionario del Athletic”.
Coj…
si no acabo de escribirla, es porque prometí en casa evitar palabras rotundas. Bastante las uso a diario. Se trata de esa parte de la entrepierna de la que tiramos en los momentos difíciles. Han sido tantos, que no se entendería el Athletic sin ellos. En ocasiones, para ganar finales, como ante el Madrid de Diestéfano o el Barça de Maradona. Y otras, para no caer al precipicio. Como el gol al Cádiz que tuvimos que marcar tres veces, para evitar el descenso. O los dos frente al Levante. Para nosotros, siempre fue clave la vitamina “C”.
Corazón
Habrá solo uno, pero tiene tantas arterias como jugadores y afición. Bombea cuando otros se detienen. Por eso en la Catedral los partidos son tan largos. Como dice Guardiola-parece que todo pase dos veces-. Allí los latidos retumban. Normal, teniendo en cuenta que llevamos el equilibrio perfecto entre glóbulos rojos y blancos. De hecho, nos sobra sangre. Y por eso podemos llenar gradas ajenas. Sea en Vallecas o en Old Trafford. Da igual el tamaño del escenario. Allá donde esté el Athletic, estará San Mamés.
Cantera
A veces se necesitan años. Otras, décadas. Pero llega un día, ha pasado más de una vez, que surge en Lezama una generación elegida. Como ahora. Unos nacidos en casa, otros llegados siendo niños. De hecho, lo siguen siendo. Si no les conociera todo el mundo, les pedirían el carnet en al entrar en una discoteca. Al fin y al cabo, son la generación del Cola-cao.
Cola-Cao
Comenzó como todas las tradiciones. Por casualidad. Una noche previa a un partido de copa, decidieron compartir esa bebida que desde niños acostumbramos a tomar antes de plegar la oreja. Y enternece. Dice mucho de este Athletic. Es tan joven…23 años de media. Cierto que también las liarán pardas. Solo faltaba. Como que no hemos hecho los demás lo que hemos podido. Pero son chavales sanos. Me extraña que no hayan hecho un anuncio con ellos.
Calidad
Que haya alguien a estas alturas que no esté encantado con el juego de este Athletic debe ser cosa de una gripe mal curada o secuelas de un golpe de pequeño. –Hacía tiempo que no veía un partidazo así-Me lo han dicho esta semana en Madrid, tantas veces, que creo que hasta la Cibeles lo comenta. Y lo mismo en otros puntos del Planeta. Cuando lo escucho, recuerdo que dijeron lo mismo tras vernos jugar contra el Barça, Valencia, Atlético y Sevilla. O después de darle dos repasos, uno en Bilbao y otro en París, al PSG. Y así suma y sigue. A veces ganamos, otras empatamos y, en ocasiones, perdemos. Como frente al Real Madrid. Pero dejamos una primera parte para enmarcar. Por eso, siendo importante ganar, estamos mostrando una “C” olvidada. La de Calidad. Lo de estos chavales, es de escándalo. No entiendo como no tienen ya una etiqueta Label. Y mucha culpa, la tiene una propuesta “del carajo”.
Carajo
Si va sin artículo, indica sorpresa. Y la hay. Pero si le precede un “del”, subraya grandeza. Y también la hay. Un servidor, en sus 46 años, jamás había visto jugar así al Athletic. Hemos ganado Ligas y Copas, metido goleadas, vencido partidos imposibles y protagonizado remontadas épicas. Jugando bien, además. Pero lo de ahora…es otra cosa. Por intensidad, técnica y descaro. Ni los más viejos del lugar recuerdan algo así. Basta ya de poner en solfa el nivel del equipo argumentando que los rivales no son lo que eran o les pillamos en mal momento. Abramos los ojos. El Barcelona, que se salvó en el descuento en San Mamés, le ha metido siete al Levercussen. Y torear a los ingleses en Old Trafford, que por cierto son líderes en la Premier, está al alcance de unos pocos. La clave está en Bielsa. No lleva “C” en su primer apellido. Pero la lleva su mote. Loco, le llaman. Error. Está tan cuerdo, que ha sabido sacar lo mejor de una plantilla que nació para atacar y ganar. Y no contento, ha agradecido el legado dejado por otra “C”, la de Caparrós. Todo un caballero Don Marcelo. Y un genio. Gracias a él, volvemos a ser grandes.
Copa
Ya estamos en una Final. La del Rey. Ganamos la primera, cuando se llamaba Copa de la Coronación, y fuimos los reyes durante casi un siglo. Es hora de recuperar el trono. Y no hablo solo de la que jugaremos en el Calderón. Este equipo tiene ganas de conocer Bucarest y que la afición entone aquél “Geuria da” que nació en el 77. Para ello, necesitamos otras dos “Cés”.
Cabeza
Ni debemos ni podemos relajarnos. Hay que cerrar los partidos. Recuperemos nuestro sello de antaño. El partido se juega hasta en la ducha. Nada de despistes en los descuentos o penaltis a última hora. De ello depende que sea una buena temporada o “la temporada”.
Colores
Algunos pretenden cambiárselos a nuestros chavales. Casi, a media plantilla. Es lo que tiene ser bueno. Que se nota. Y hay mucha caña larga. Por eso, Llorente, Javi, Muniain, De Marcos, Amorebieta, Herrera, Iraola y compañía, en vosotros está la clave. Sois jóvenes y os queda mucho fútbol. Si queréis, podemos hacer grandes cosas. Y así, lograr la “C” más grande. La que el Athletic lleva esperando desde hace 28 años. La “C” de Campeones.
Desde que unos tipos que hablaban en inglés decidieron pegarle patadas a una bola de trapo en la ribera de la ría y decidimos imitarles, hay una letra que destaca en nuestro abecedario. La 'C'. Cierto que Athletic comienza por “A”, pero es la “C”, quien nos representa mejor. Para comprobarlo, he aquí el apartado dedicado a dicha letra en el “Diccionario del Athletic”.
Coj…
si no acabo de escribirla, es porque prometí en casa evitar palabras rotundas. Bastante las uso a diario. Se trata de esa parte de la entrepierna de la que tiramos en los momentos difíciles. Han sido tantos, que no se entendería el Athletic sin ellos. En ocasiones, para ganar finales, como ante el Madrid de Diestéfano o el Barça de Maradona. Y otras, para no caer al precipicio. Como el gol al Cádiz que tuvimos que marcar tres veces, para evitar el descenso. O los dos frente al Levante. Para nosotros, siempre fue clave la vitamina “C”.
Corazón
Habrá solo uno, pero tiene tantas arterias como jugadores y afición. Bombea cuando otros se detienen. Por eso en la Catedral los partidos son tan largos. Como dice Guardiola-parece que todo pase dos veces-. Allí los latidos retumban. Normal, teniendo en cuenta que llevamos el equilibrio perfecto entre glóbulos rojos y blancos. De hecho, nos sobra sangre. Y por eso podemos llenar gradas ajenas. Sea en Vallecas o en Old Trafford. Da igual el tamaño del escenario. Allá donde esté el Athletic, estará San Mamés.
Cantera
A veces se necesitan años. Otras, décadas. Pero llega un día, ha pasado más de una vez, que surge en Lezama una generación elegida. Como ahora. Unos nacidos en casa, otros llegados siendo niños. De hecho, lo siguen siendo. Si no les conociera todo el mundo, les pedirían el carnet en al entrar en una discoteca. Al fin y al cabo, son la generación del Cola-cao.
Cola-Cao
Comenzó como todas las tradiciones. Por casualidad. Una noche previa a un partido de copa, decidieron compartir esa bebida que desde niños acostumbramos a tomar antes de plegar la oreja. Y enternece. Dice mucho de este Athletic. Es tan joven…23 años de media. Cierto que también las liarán pardas. Solo faltaba. Como que no hemos hecho los demás lo que hemos podido. Pero son chavales sanos. Me extraña que no hayan hecho un anuncio con ellos.
Calidad
Que haya alguien a estas alturas que no esté encantado con el juego de este Athletic debe ser cosa de una gripe mal curada o secuelas de un golpe de pequeño. –Hacía tiempo que no veía un partidazo así-Me lo han dicho esta semana en Madrid, tantas veces, que creo que hasta la Cibeles lo comenta. Y lo mismo en otros puntos del Planeta. Cuando lo escucho, recuerdo que dijeron lo mismo tras vernos jugar contra el Barça, Valencia, Atlético y Sevilla. O después de darle dos repasos, uno en Bilbao y otro en París, al PSG. Y así suma y sigue. A veces ganamos, otras empatamos y, en ocasiones, perdemos. Como frente al Real Madrid. Pero dejamos una primera parte para enmarcar. Por eso, siendo importante ganar, estamos mostrando una “C” olvidada. La de Calidad. Lo de estos chavales, es de escándalo. No entiendo como no tienen ya una etiqueta Label. Y mucha culpa, la tiene una propuesta “del carajo”.
Carajo
Si va sin artículo, indica sorpresa. Y la hay. Pero si le precede un “del”, subraya grandeza. Y también la hay. Un servidor, en sus 46 años, jamás había visto jugar así al Athletic. Hemos ganado Ligas y Copas, metido goleadas, vencido partidos imposibles y protagonizado remontadas épicas. Jugando bien, además. Pero lo de ahora…es otra cosa. Por intensidad, técnica y descaro. Ni los más viejos del lugar recuerdan algo así. Basta ya de poner en solfa el nivel del equipo argumentando que los rivales no son lo que eran o les pillamos en mal momento. Abramos los ojos. El Barcelona, que se salvó en el descuento en San Mamés, le ha metido siete al Levercussen. Y torear a los ingleses en Old Trafford, que por cierto son líderes en la Premier, está al alcance de unos pocos. La clave está en Bielsa. No lleva “C” en su primer apellido. Pero la lleva su mote. Loco, le llaman. Error. Está tan cuerdo, que ha sabido sacar lo mejor de una plantilla que nació para atacar y ganar. Y no contento, ha agradecido el legado dejado por otra “C”, la de Caparrós. Todo un caballero Don Marcelo. Y un genio. Gracias a él, volvemos a ser grandes.
Copa
Ya estamos en una Final. La del Rey. Ganamos la primera, cuando se llamaba Copa de la Coronación, y fuimos los reyes durante casi un siglo. Es hora de recuperar el trono. Y no hablo solo de la que jugaremos en el Calderón. Este equipo tiene ganas de conocer Bucarest y que la afición entone aquél “Geuria da” que nació en el 77. Para ello, necesitamos otras dos “Cés”.
Cabeza
Ni debemos ni podemos relajarnos. Hay que cerrar los partidos. Recuperemos nuestro sello de antaño. El partido se juega hasta en la ducha. Nada de despistes en los descuentos o penaltis a última hora. De ello depende que sea una buena temporada o “la temporada”.
Colores
Algunos pretenden cambiárselos a nuestros chavales. Casi, a media plantilla. Es lo que tiene ser bueno. Que se nota. Y hay mucha caña larga. Por eso, Llorente, Javi, Muniain, De Marcos, Amorebieta, Herrera, Iraola y compañía, en vosotros está la clave. Sois jóvenes y os queda mucho fútbol. Si queréis, podemos hacer grandes cosas. Y así, lograr la “C” más grande. La que el Athletic lleva esperando desde hace 28 años. La “C” de Campeones.
domingo, 18 de marzo de 2012
Humor rojiblanco
sábado, 17 de marzo de 2012
La Catedral
Programa 'Euskadi Directo' emitido por ETB en el que podemos ver las horas previas, la disputa del partido y el post partido frente al Manchester en las calles de Bilbao, Etxebarri, Vitoria-Gasteiz y Donosti.
viernes, 16 de marzo de 2012
Viviendo un sueño
Programa '60 Minutos' emitido en ETB la vispera del partido de vuelta de octavos de final de la Europa League disputado en San Mamés.
Vascos en Manchester
Programa '60 Minutos' emitido en ETB la vispera del partido de ida de octavos de final de la Europa League disputado en Old Trafford.
jueves, 15 de marzo de 2012
Humor rojiblanco
miércoles, 14 de marzo de 2012
"La hinchada de ahora se hubiese vuelto loca"
(Artículo publicado por Jose L. Artetxe en el diario DEIA el 14/03/2012)
Carmelo, Etura, Mauri, Artetxe, Merodio y Uribe se reúnen en 'La Catedral' para rememorar el inolvidable partido de 1957 en el que sobre la nieve golearon al Manchester (5-3) en la ida de los cuartos de la Copa de Europa. Un año después, el formidable equipo inglés perdió a ocho hombres en un accidente aéreo
La primera participación del Athletic en la Copa de Europa fue sobresaliente por el calibre de todos los rivales que le tocaron en suerte, si bien el cruce con el Manchester United ha perdurado en la memoria de la afición como un hito en la historia de la entidad. Y en concreto, el triunfo (5-3) obtenido sobre el césped nevado de San Mamés el 16 de enero de 1957 se distingue como el mejor encuentro al que la afición rojiblanca ha asistido en directo. Es probable que la muerte de ocho integrantes del equipo inglés en un accidente aéreo, ocurrido exactamente un año después del partido de vuelta celebrado en Manchester, fuese el dato que terminó de redondear el cariz legendario que adquirió este episodio en la conciencia colectiva. Ahora, en medio del nuevo cruce con el Manchester United, esta vez en el marco de la Europa League, resulta obligado echar la vista atrás. El precedente lo merece y los jugadores que, a las órdenes de Ferdinand Daucik, cayeron con honor ante los denominados red devils (diablos rojos) son los guías idóneos para ejecutar ese salto de cincuenta y cinco años. El portero Carmelo Cedrún, los medios Manolo Etura y Mauricio Ugartemendia, el extremo José Luis Artetxe y los interiores Armando Merodio e Ignacio Uribe, diseccionan y tratan de poner en orden sus recuerdos para DEIA. No es tarea sencilla, pues tanto se recrean en la puesta en común que fluyen historias paralelas, cruzadas, contradictorias incluso o que sencillamente nada tienen que ver con lo sucedido frente al Manchester.
El paseo por la memoria se inicia físicamente en el mismo escenario del famoso triunfo sobre el United. Los seis veteranos acceden lentamente al terreno de juego de San Mamés y escrutan las gradas vacías. Carmelo exclama: "¡Cómo se puede tirar este campo!". "Veo todo como viejo, me da una impresión de pobreza", rebate Mauri. Ellos que han pisado tantas y tantas veces la hierba de La Catedral, miran y remiran todo. "Cómo se movía esto", comenta Merodio señalando una general que ya no existe y que se llenaba hasta los topes, con la gente de pie: "Cuando había un gol o una jugada de peligro iban todos de un lado para otro, como en una ola, y alguna vez hasta se llegó a romper la valla".
"Equipazos"
Ha transcurrido mucho tiempo y cada cual ha retenido aspectos parciales de los choques con el gigante inglés. Lo mejor de la reunión es que a medida que la conversación avanza, se diría que sus moviolas se reactivan, despiertan para rescatar nombres, detalles, anécdotas. Y todo ello en un tono desmitificador, que contrasta un tanto con el tumulto y la resonancia que produce la eliminatoria actual. La camaradería, rasgo que valoran como clave en los éxitos de su Athletic, del Athletic de los 50, enseguida da rienda suelta a la broma, el cachondeo, las risas que de manera singular provocan Mauri y sus aventuras, algunas de las cuales no es prudente transcribir, como él mismo solicita con un gesto que promueve la complicidad.
Lo cierto es que ya de entrada, ni siquiera se ponen de acuerdo para establecer un ránking de importancia en el análisis de los partidos que jugaron por el continente como premio por el título de Liga en la campaña 55-56. "Mucho se habla del Manchester, pero antes jugamos con el Oporto y el Honved, que eran equipazos", apunta Uribe, que obtiene el refrendo de Merodio: "Es que en aquella época los mejores eran los húngaros. También los ingleses eran buenos, sí, pero el Honved era casi la selección de Hungría entera. Y Puskas, todavía de joven. Nadie chutaba como él, ninguna se le iba arriba".
Subrayan lo que les costó apear al Honved y previamente al Oporto, tal como certifican los marcadores globales de dichas rondas (6-5 y 5-3, respectivamente), para acceder a los cuartos de final. "Del Manchester sólo sabíamos que eran de los mejores de Europa, pero porque eso nos decían, por nada más. Entonces el torneo sólo lo jugaba el campeón de cada liga", apunta Merodio. "El fútbol inglés era más rápido", añade Uribe, pero parece ser que el Athletic tampoco se quedaba corto si se trataba de correr y atacar: en el primer tiempo de la ida se puso con tres goles de ventaja.
Lluvia de goles
"Hubo unas declaraciones del entrenador inglés (Tom Curry) reconociendo que se quedó asustado porque no pensaba que jugásemos así. También habló del ambiente maravilloso. Para ellos fue una sorpresa lo que se encontraron en Bilbao". Uribe marcó los dos primeros ("el campo estaba húmedo y vi que el central Jones iba a ceder al portero y me la dejó a huevo; en el segundo, hubo un montón de rechaces en el área") y el tercero fue obra de Félix Markaida. Pero tras el descanso vino la reacción inglesa, con goles muy seguidos (48' y 54') de Taylor y Viollet: "Tampoco nos comieron en el segundo tiempo, nos dominaron a base de pelotazos". En efecto porque Merodio y Artetxe afianzaron la victoria entre el 71' y el 78'.
Carmelo repasa esos dos goles y el que muy cerca del final (85') firmó Whelan. Ofrece sus explicaciones en la portería de Misericordia, donde los encajó: "En los dos primeros nos arrollaron hasta dentro, el tercero fue el que más me jodió". Entonces agarra un balón, lo pone en la escuadra izquierda y sigue: "Viollet le hizo un recorte a Orue, le dio de refilón y por aquí entró, como un obús. Me quedé muerto, ahí tirado con toda la nieve. Ya no podíamos ni con el balón. Luego me decía: Vaya golazo que te metí cuando estuve con él jugando en Estados Unidos". A continuación examina el césped del área y afirma enfadado: "Yo nunca he tenido la portería así. No riegues, les decía y ni caso, regaban siempre". Ahora sí que Mauri le echa un capote: "Qué no hubiéramos hecho con un campo como este. Entonces solía haber ahí (apunta al círculo central) un barro negro, le llamábamos la charca de los cerdos y a veces tirábamos el balón ahí a propósito, para robárselo al contrario al sacarlo".
Sin duda era otro fútbol, inimaginable hoy en día. La conversación continúa en el Restaurante Rogelio, otro clásico de Bilbao, donde Segundo posa orgulloso con estos ídolos que cubren buena parte de las paredes de su establecimiento. Enseguida se retoma el tema central, el Manchester, si bien en el brindis inicial no falta el recuerdo a Josemari Maguregi, radicado en Andalucía, y pareja de baile de Mauri en la media.
Repasan la alineación del Manchester, idéntica en ambos partidos y todos están de acuerdo, los centrocampistas Colman y Edwards eran de lo mejorcito: "Colman jugaba la tira y el otro era un elefante, qué fuerza"; "los dos tenían 19 años, unos críos"; "Colman era irlandés, un tiazo jugando". Carmelo interviene para referirse a Tommy Taylor, el fornido ariete que le lesionó en un encontronazo en la vuelta, detalle clave en la suerte de la eliminatoria, pues no existían los cambios y el portero se mantuvo muy disminuido. Y remata así: "Eran unos salvajes, arrasaban por el físico".
Un cúmulo de desgracias Explican luego que acudieron al partido de vuelta algo mermados: "Uribe estaba lesionado, lo mismo que Eneko Arieta, Artetxe jugó con fiebre y luego lo de Carmelo con Taylor". Muchas pegas propias y algunas ajenas, por ejemplo el terreno de juego, que no fue Old Trafford, sino Maine Road, el del Manchester City. "Nos cambiaron de campo para tener más barro". Según Etura ambos estadios estaban muy próximos. Uribe admite que no se enteró de la maniobra, Merodio y Artetxe tampoco. Un dato elocuente que describe una situación impensable en estos tiempos de saturación informativa. Ellos justifican su error con un argumento elemental, apabullante: "Nunca antes habíamos estado allí, así que... Lo de la leyenda de Old Trafford es una cosa moderna, eso vino mucho después".
Se debate en torno al fuerte componente físico que tuvo la eliminatoria celebrada bajo el rigor invernal. Habla Uribe: "Metíamos goles en el primer tiempo y bajábamos en el segundo porque éramos muy agresivos". La preparación no es disculpa para Merodio: "Estábamos bien y el equipo era muy completo en todas las líneas. Ahora no habría dinero para pagar a aquel equipo". Tercia Carmelo: "Daucik en el aspecto físico era el peor". No obstante, Etura descubre un secreto relacionado con la apreciación anterior: "Daucik solía venir por las habitaciones por la noche y daba masajes, así que cómo no iba a estar molesto Willy (Perdiguero, el masajista del equipo)".
“No se cuidaba nada la alimentación. Gainza se cabreaba por todo lo que comíamos, decía que no teníamosni idea”, argumenta Carmelo.Y Artetxe, al quite: “Cuando mejor jugó el Athletic fue cuando estábamos concentrados en La Fonda, en Larrauri, y nos comíamos a Dios”. Risas. Más risas con el añadido de Mauri: “Yo solía desayunar dos veces”. Etura desgrana elmenúhabitual, más propio de una boda.
Según Mauri, otro factor que precipitó la remontada del Manchester en la eliminatoria y el definitivo 3-0 de la vuelta fue que Artetxe no estuvo fino en el remate: “Nada más empezar este pudo meter, dos veces estuvo delante del portero, pero se puso a hacer chorraditas. Le gustaba meter por las esquinitas, como Messi ahora, así,muytécnicamente, él nos jodió el partido”. El Athletic trató de alcanzar el descanso sin recibir gol, peroViollet marcó en el 42’ y vino la agonía, la lesión de Carmelo y otros dos goles, ambos en el tramo final, que dejaron sin valor el 5-3 de Bilbao. No pudo ser. Carmelo insiste en que de no haberse lesionado, cuidado.Artetxe discrepa: “Para mí nos metieron un meneo, hicieron cinco goles”, dos de los cuales se anularon por sendos fueras de juego. Según el extremo no hubo color.
LA CENA DE... DESPEDIDA
Tras el partido de Manchester, era costumbre de la época y también se hizo en Bilbao, en el Carlton, ambas plantillas fueron a cenar juntas y se armó buena, narra Etura: “Estaba allí Primo de Rivera como máximo representante español y en vez de poner el himno de España pusieron el de Riego, el republicano. Después le destituyeron, destinándole a Lisboa.Pasó que fueron los ingleses quienes pusieronlamúsicayaellos lesdaba igual”.Laotra sorpresa de estas citas sociales fue que varios de los futbolistas ingleses, capitán incluido, fumaban ante sus directivos con absoluta normalidad. Un pitillito para hacer la digestión. Por desgracia,no fue entonces, sino un año más tarde cuando se cerró este celebrado capítulo de la historia, con la noticia del accidente de avión en Múnich, donde murieron siete de los hombres que se enfrentaron a los rojiblancos, que volvían a casa tras jugar en Belgrado.Ahí se frustró un proyecto llamado a dominar Europa. El superviviente Bobby Charlton lideraría años después otro gran Manchester. Nunca se sabrá el recorrido del que conoció el Athletic, pero en Old Trafford se le veneracomola mejor versión de siempre. En el Athletic se quedaron de piedra: “Nos parecieron chavales majos, en el campo eranmuyingleses en el sentido de que no le rechistaban nada al árbitro”. Y Etura sentencia: “Se olvida todo.Te impresiona, pero la vida sigue”. Más de medio siglo después vuelven a encontrarse Athletic y Manchester. Estos seis veteranos cayeron ante el United, pero su apoteósico triunfo en San Mamés perdura. “Fue un partido impresionante”, “tuvo su valor”, “somos conscientes de lo que fue aquello”, “quedamos satisfechos”, “pertenece a la leyenda”... Y la última, el broche: “Si ve aquel partido la hinchada actual del Athletic, que como es más joven que la de entonces es más caliente, se vuelve loca”. Después de haber contado cuanto tenían dentro sobre el Manchester, vuelven a zambullirse en vivencias y anécdotas. Salen a colación los calentamientos (“qué sudadas en aquel frontoncito de San Mamés”), la indumentaria (“todos los pantalones eran distintos, unos marrones, otros negros”, “las medias, todas repasadas”), las botas (“los clavos de los tacos se te metían, si el campo estaba duro...”, “iban prietas yhabía que hacerlas con talco”), los descansos (“si hacía frío, coñac, un trago, sin abusar, y café”), los viajes (“se llegó a rezar el rosario en el autobús”, “se intentó, vino un cura, pero se le dijo que ya habíamos rezado bastante de chavales”, “un padrenuestro antes de jugar, pero si el otro equipo reza dos, ¿qué pasa?”)...
Carmelo, Etura, Mauri, Artetxe, Merodio y Uribe se reúnen en 'La Catedral' para rememorar el inolvidable partido de 1957 en el que sobre la nieve golearon al Manchester (5-3) en la ida de los cuartos de la Copa de Europa. Un año después, el formidable equipo inglés perdió a ocho hombres en un accidente aéreo
La primera participación del Athletic en la Copa de Europa fue sobresaliente por el calibre de todos los rivales que le tocaron en suerte, si bien el cruce con el Manchester United ha perdurado en la memoria de la afición como un hito en la historia de la entidad. Y en concreto, el triunfo (5-3) obtenido sobre el césped nevado de San Mamés el 16 de enero de 1957 se distingue como el mejor encuentro al que la afición rojiblanca ha asistido en directo. Es probable que la muerte de ocho integrantes del equipo inglés en un accidente aéreo, ocurrido exactamente un año después del partido de vuelta celebrado en Manchester, fuese el dato que terminó de redondear el cariz legendario que adquirió este episodio en la conciencia colectiva. Ahora, en medio del nuevo cruce con el Manchester United, esta vez en el marco de la Europa League, resulta obligado echar la vista atrás. El precedente lo merece y los jugadores que, a las órdenes de Ferdinand Daucik, cayeron con honor ante los denominados red devils (diablos rojos) son los guías idóneos para ejecutar ese salto de cincuenta y cinco años. El portero Carmelo Cedrún, los medios Manolo Etura y Mauricio Ugartemendia, el extremo José Luis Artetxe y los interiores Armando Merodio e Ignacio Uribe, diseccionan y tratan de poner en orden sus recuerdos para DEIA. No es tarea sencilla, pues tanto se recrean en la puesta en común que fluyen historias paralelas, cruzadas, contradictorias incluso o que sencillamente nada tienen que ver con lo sucedido frente al Manchester.
El paseo por la memoria se inicia físicamente en el mismo escenario del famoso triunfo sobre el United. Los seis veteranos acceden lentamente al terreno de juego de San Mamés y escrutan las gradas vacías. Carmelo exclama: "¡Cómo se puede tirar este campo!". "Veo todo como viejo, me da una impresión de pobreza", rebate Mauri. Ellos que han pisado tantas y tantas veces la hierba de La Catedral, miran y remiran todo. "Cómo se movía esto", comenta Merodio señalando una general que ya no existe y que se llenaba hasta los topes, con la gente de pie: "Cuando había un gol o una jugada de peligro iban todos de un lado para otro, como en una ola, y alguna vez hasta se llegó a romper la valla".
"Equipazos"
Ha transcurrido mucho tiempo y cada cual ha retenido aspectos parciales de los choques con el gigante inglés. Lo mejor de la reunión es que a medida que la conversación avanza, se diría que sus moviolas se reactivan, despiertan para rescatar nombres, detalles, anécdotas. Y todo ello en un tono desmitificador, que contrasta un tanto con el tumulto y la resonancia que produce la eliminatoria actual. La camaradería, rasgo que valoran como clave en los éxitos de su Athletic, del Athletic de los 50, enseguida da rienda suelta a la broma, el cachondeo, las risas que de manera singular provocan Mauri y sus aventuras, algunas de las cuales no es prudente transcribir, como él mismo solicita con un gesto que promueve la complicidad.
Lo cierto es que ya de entrada, ni siquiera se ponen de acuerdo para establecer un ránking de importancia en el análisis de los partidos que jugaron por el continente como premio por el título de Liga en la campaña 55-56. "Mucho se habla del Manchester, pero antes jugamos con el Oporto y el Honved, que eran equipazos", apunta Uribe, que obtiene el refrendo de Merodio: "Es que en aquella época los mejores eran los húngaros. También los ingleses eran buenos, sí, pero el Honved era casi la selección de Hungría entera. Y Puskas, todavía de joven. Nadie chutaba como él, ninguna se le iba arriba".
Subrayan lo que les costó apear al Honved y previamente al Oporto, tal como certifican los marcadores globales de dichas rondas (6-5 y 5-3, respectivamente), para acceder a los cuartos de final. "Del Manchester sólo sabíamos que eran de los mejores de Europa, pero porque eso nos decían, por nada más. Entonces el torneo sólo lo jugaba el campeón de cada liga", apunta Merodio. "El fútbol inglés era más rápido", añade Uribe, pero parece ser que el Athletic tampoco se quedaba corto si se trataba de correr y atacar: en el primer tiempo de la ida se puso con tres goles de ventaja.
Lluvia de goles
"Hubo unas declaraciones del entrenador inglés (Tom Curry) reconociendo que se quedó asustado porque no pensaba que jugásemos así. También habló del ambiente maravilloso. Para ellos fue una sorpresa lo que se encontraron en Bilbao". Uribe marcó los dos primeros ("el campo estaba húmedo y vi que el central Jones iba a ceder al portero y me la dejó a huevo; en el segundo, hubo un montón de rechaces en el área") y el tercero fue obra de Félix Markaida. Pero tras el descanso vino la reacción inglesa, con goles muy seguidos (48' y 54') de Taylor y Viollet: "Tampoco nos comieron en el segundo tiempo, nos dominaron a base de pelotazos". En efecto porque Merodio y Artetxe afianzaron la victoria entre el 71' y el 78'.
Carmelo repasa esos dos goles y el que muy cerca del final (85') firmó Whelan. Ofrece sus explicaciones en la portería de Misericordia, donde los encajó: "En los dos primeros nos arrollaron hasta dentro, el tercero fue el que más me jodió". Entonces agarra un balón, lo pone en la escuadra izquierda y sigue: "Viollet le hizo un recorte a Orue, le dio de refilón y por aquí entró, como un obús. Me quedé muerto, ahí tirado con toda la nieve. Ya no podíamos ni con el balón. Luego me decía: Vaya golazo que te metí cuando estuve con él jugando en Estados Unidos". A continuación examina el césped del área y afirma enfadado: "Yo nunca he tenido la portería así. No riegues, les decía y ni caso, regaban siempre". Ahora sí que Mauri le echa un capote: "Qué no hubiéramos hecho con un campo como este. Entonces solía haber ahí (apunta al círculo central) un barro negro, le llamábamos la charca de los cerdos y a veces tirábamos el balón ahí a propósito, para robárselo al contrario al sacarlo".
Sin duda era otro fútbol, inimaginable hoy en día. La conversación continúa en el Restaurante Rogelio, otro clásico de Bilbao, donde Segundo posa orgulloso con estos ídolos que cubren buena parte de las paredes de su establecimiento. Enseguida se retoma el tema central, el Manchester, si bien en el brindis inicial no falta el recuerdo a Josemari Maguregi, radicado en Andalucía, y pareja de baile de Mauri en la media.
Repasan la alineación del Manchester, idéntica en ambos partidos y todos están de acuerdo, los centrocampistas Colman y Edwards eran de lo mejorcito: "Colman jugaba la tira y el otro era un elefante, qué fuerza"; "los dos tenían 19 años, unos críos"; "Colman era irlandés, un tiazo jugando". Carmelo interviene para referirse a Tommy Taylor, el fornido ariete que le lesionó en un encontronazo en la vuelta, detalle clave en la suerte de la eliminatoria, pues no existían los cambios y el portero se mantuvo muy disminuido. Y remata así: "Eran unos salvajes, arrasaban por el físico".
Un cúmulo de desgracias Explican luego que acudieron al partido de vuelta algo mermados: "Uribe estaba lesionado, lo mismo que Eneko Arieta, Artetxe jugó con fiebre y luego lo de Carmelo con Taylor". Muchas pegas propias y algunas ajenas, por ejemplo el terreno de juego, que no fue Old Trafford, sino Maine Road, el del Manchester City. "Nos cambiaron de campo para tener más barro". Según Etura ambos estadios estaban muy próximos. Uribe admite que no se enteró de la maniobra, Merodio y Artetxe tampoco. Un dato elocuente que describe una situación impensable en estos tiempos de saturación informativa. Ellos justifican su error con un argumento elemental, apabullante: "Nunca antes habíamos estado allí, así que... Lo de la leyenda de Old Trafford es una cosa moderna, eso vino mucho después".
Se debate en torno al fuerte componente físico que tuvo la eliminatoria celebrada bajo el rigor invernal. Habla Uribe: "Metíamos goles en el primer tiempo y bajábamos en el segundo porque éramos muy agresivos". La preparación no es disculpa para Merodio: "Estábamos bien y el equipo era muy completo en todas las líneas. Ahora no habría dinero para pagar a aquel equipo". Tercia Carmelo: "Daucik en el aspecto físico era el peor". No obstante, Etura descubre un secreto relacionado con la apreciación anterior: "Daucik solía venir por las habitaciones por la noche y daba masajes, así que cómo no iba a estar molesto Willy (Perdiguero, el masajista del equipo)".
“No se cuidaba nada la alimentación. Gainza se cabreaba por todo lo que comíamos, decía que no teníamosni idea”, argumenta Carmelo.Y Artetxe, al quite: “Cuando mejor jugó el Athletic fue cuando estábamos concentrados en La Fonda, en Larrauri, y nos comíamos a Dios”. Risas. Más risas con el añadido de Mauri: “Yo solía desayunar dos veces”. Etura desgrana elmenúhabitual, más propio de una boda.
Según Mauri, otro factor que precipitó la remontada del Manchester en la eliminatoria y el definitivo 3-0 de la vuelta fue que Artetxe no estuvo fino en el remate: “Nada más empezar este pudo meter, dos veces estuvo delante del portero, pero se puso a hacer chorraditas. Le gustaba meter por las esquinitas, como Messi ahora, así,muytécnicamente, él nos jodió el partido”. El Athletic trató de alcanzar el descanso sin recibir gol, peroViollet marcó en el 42’ y vino la agonía, la lesión de Carmelo y otros dos goles, ambos en el tramo final, que dejaron sin valor el 5-3 de Bilbao. No pudo ser. Carmelo insiste en que de no haberse lesionado, cuidado.Artetxe discrepa: “Para mí nos metieron un meneo, hicieron cinco goles”, dos de los cuales se anularon por sendos fueras de juego. Según el extremo no hubo color.
LA CENA DE... DESPEDIDA
Tras el partido de Manchester, era costumbre de la época y también se hizo en Bilbao, en el Carlton, ambas plantillas fueron a cenar juntas y se armó buena, narra Etura: “Estaba allí Primo de Rivera como máximo representante español y en vez de poner el himno de España pusieron el de Riego, el republicano. Después le destituyeron, destinándole a Lisboa.Pasó que fueron los ingleses quienes pusieronlamúsicayaellos lesdaba igual”.Laotra sorpresa de estas citas sociales fue que varios de los futbolistas ingleses, capitán incluido, fumaban ante sus directivos con absoluta normalidad. Un pitillito para hacer la digestión. Por desgracia,no fue entonces, sino un año más tarde cuando se cerró este celebrado capítulo de la historia, con la noticia del accidente de avión en Múnich, donde murieron siete de los hombres que se enfrentaron a los rojiblancos, que volvían a casa tras jugar en Belgrado.Ahí se frustró un proyecto llamado a dominar Europa. El superviviente Bobby Charlton lideraría años después otro gran Manchester. Nunca se sabrá el recorrido del que conoció el Athletic, pero en Old Trafford se le veneracomola mejor versión de siempre. En el Athletic se quedaron de piedra: “Nos parecieron chavales majos, en el campo eranmuyingleses en el sentido de que no le rechistaban nada al árbitro”. Y Etura sentencia: “Se olvida todo.Te impresiona, pero la vida sigue”. Más de medio siglo después vuelven a encontrarse Athletic y Manchester. Estos seis veteranos cayeron ante el United, pero su apoteósico triunfo en San Mamés perdura. “Fue un partido impresionante”, “tuvo su valor”, “somos conscientes de lo que fue aquello”, “quedamos satisfechos”, “pertenece a la leyenda”... Y la última, el broche: “Si ve aquel partido la hinchada actual del Athletic, que como es más joven que la de entonces es más caliente, se vuelve loca”. Después de haber contado cuanto tenían dentro sobre el Manchester, vuelven a zambullirse en vivencias y anécdotas. Salen a colación los calentamientos (“qué sudadas en aquel frontoncito de San Mamés”), la indumentaria (“todos los pantalones eran distintos, unos marrones, otros negros”, “las medias, todas repasadas”), las botas (“los clavos de los tacos se te metían, si el campo estaba duro...”, “iban prietas yhabía que hacerlas con talco”), los descansos (“si hacía frío, coñac, un trago, sin abusar, y café”), los viajes (“se llegó a rezar el rosario en el autobús”, “se intentó, vino un cura, pero se le dijo que ya habíamos rezado bastante de chavales”, “un padrenuestro antes de jugar, pero si el otro equipo reza dos, ¿qué pasa?”)...
lunes, 12 de marzo de 2012
El Athletic Club por el Mundo II
Dos Athletictzales que llevan el espíritu Athletic Club allá por donde van
domingo, 11 de marzo de 2012
Humor rojiblanco
sábado, 10 de marzo de 2012
Manchester conquistada
(Artículo publicado por Juanma López Iturriaga en su blog 'El Palomero' en el diario El País)
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6.30. Suena el despertador. Esta vez no me hago la habitual pregunta de casi todas esas mañanas cuando, por la cuestión que sea, debo levantarme antes de que pongan las calles. No, hoy no hay un ”por favor, un ratito más” interior. Hoy es diferente. Me deslizo hasta el cuarto de baño y me encuentro sonriendo a mi colega del espejo. Él sabe mejor que nadie el porqué de mi rostro risueño. “No es para menos” parece decirme. La ducha no me despierta, pues no hace falta. Beso a mi mujer que entiende mi pasión, pero no la comparte. Beso a mi hija, que todavía me pregunta somnolienta que a dónde voy, como si no lo hubiese pregonado por toda la casa una y otra vez desde hace casi un mes. Beso a mi hijo, que no me acompaña, pero que ya sueña con el 25 de mayo en el Vicente Calderón. A la única que no beso es a mi perra, que me sigue con atención perruna mientras salgo a la calle y me obsequia una última mirada tipo “¿dónde vas a estas horas?
Pues me voy a Manchester a cumplir un sueño. Uno muy antiguo. Uno que nació hace más de cuarenta años. Uno que se ha ido alimentando desde entonces. Uno que alguna ocasión he llegado a pensar que no conseguiría hacerlo realidad. Voy a Inglaterra a ver un partido de fútbol del Athletic. Y no un partido cualquiera. Un Manchester-Athletic en Old Trafford. Casi nada.
No hace falta ser un erudito para entender el significado que tiene en Bilbao el Athletic, más cerca de tratarse de una religión que de una afición. Y tampoco hay que ser un concursante del Saber y Ganar para conocer que el fútbol lo inventaron los ingleses (cosa que a veces cuesta creer viendo a su selección). Mucho menos comprender, sobre todo si tienes un mapa delante, que Bilbao limita hacia el norte con Inglaterra, de la que sólo nos separa una pequeña travesía a nado. Sumemos que antes del cambio climático, el tiempo tenía más en común con Londres o Liverpool que con Burgos y ya tenemos todos los elementos para entender que Bilbao, el fútbol, el Athletic e Inglaterra se han entendido siempre muy bien. Tanto que hasta la llegada de Bielsa, el Athletic ha sido estandarte de lo que conocemos como fútbol inglés. Físico, duro, directo. Tanto que esta noche, más de 8.000 locos vamos a estar en Old Trafford acompañando a nuestro equipo en una noche histórica.
Escribo desde el avión mientras las azafatas se van turnando en un ofrecimiento constante de comida, bebida, tabaco, rifas, entradas para el Museo de Cera de Londres o lo que haga falta. Sí, viajo en Ryanair. No, Florentino no me ha podido dejar su avión privado (últimamente parece que no deja casi nada). Pero su sombra es alargada. Justo antes de despegar la sobrecargo nos ha ofrecido un momento para recordar. “Señores pasajeros, tenemos en este vuelo a su disposición los periódicos El País, a 1,40 euros, y el As, donde podrán leer las últimas noticias de Cristiano Ronaldo y sus amigos del Real Madrid”. Juro que son palabras textuales. El revuelo ha sido inmediato pues en este Madrid-Londres viajamos unos 100 feligreses rojiblancos, la mayoría ataviados convenientemente con camisetas y bufandas. CR “y sus amigos del Real Madrid”. ¡Qué bueno!
17.00. Me he venido al dejar las cosas al hotel, cerca de Old Trafford. Es un sitio curioso, ya que las habitaciones dan a un campo de criquet. Sí, el criquet, ese extraño deporte que salvo que seas un súbdito de la Commonwealth, no entiendes absolutamente nada. Ya me lo ha dicho un taxista pakistaní que me ha traido hasta aquí. “In Spain, no criquet”, ha afirmado rotundamente cuando le he dado el nombre del hotel al que iba. Yo lo he ratificado: “No, in Spain, no criquet”. En otras circunstancias le hubiese dado más conversación, que si tenemos fútbol o baloncesto, pero tenía ganas de llegar y descansar los ojos al menos media hora para llegar entero al partido.
La breve conversación en el taxi sobre criquet me ha devuelto a la realidad. Estoy en Inglaterra. Sí, ya sé que llevo unas cuantas horas en Manchester, pero es que más que Manchester, esto parece Bilbao. He comido en una pizzería donde al poco de llegar ya estaba ocupada en TODAS sus mesas por aficionados rojiblancos, he saludado por la calle a un montón de gente con el clásico “!aupa!”, he escuchado en varias esquinas unos Athleeeeeetic y, por último, he dado con mis huesos “debajo de la noria.” Bueno, yo, y unos cuatro mil más.
Uno de los dilemas más habituales en este tipo de emigraciones masivas está representado por la frase “¿dónde quedamos?”. Por razones geográficas y, sobre todo, por cuestiones de visibilidad, en esta ocasión (y sin haber hecho una encuesta) podría asegurar que mínimo en un 85% esta pregunta ha sido contestada con “donde la noria”. Situada al lado de un centro comercial y con los bares suficientes como para abastecer a una multitud sedienta, la noria y sus alrededores se han convertido en el centro neurálgico de la marea. Debajo de la noria, además de cantar en plan cofradía en cuando uno se arrancaba, me han dado mis entradas, me he sacado unas doscientas fotos, me he tomado otra cerveza, me he encontrado con un chaval que me ha regalado una foto de Michael Landon, del que siempre he sido muy fan y he terminado necesitando un momento de paz. De ahí mi falta de ganas de debate sobre los deportes que hay o no hay en España con mi simpático taxista.
22.30 hora local. El campo está de nuevo vacío y me siento un momento para hacer repaso mental de lo ocurrido. No es fácil, pues ha superado las más optimistas de las previsiones. Por resumirlo un poco, ha sido la leche, !hemos ganado al Manchester en su campo! !Y dándoles un baño de fútbol! Hablaba después del partido con Eduardo Rodrigálvarez, periodista de raza, que había una cosa muy curiosa en lo que había ocurrido. Como ya he explicado antes, el Athletic ha sido históricamente una sucursal del fútbol británico fuera de sus fronteras. Y he aquí que llega a jugar a Old Trafford, el gran escenario del fútbol de las islas, un equipo “inglés” y va y lo hace con un estilo radicalmente diferente, como si fuese (exagerando un poco) el Brasil de los 70 y 80. Y en lugar de fútbol directo se la pasan hasta hartarse. Y no dan un patadón casi en todo el partido. Y quieren la pelota. Y saben qué hacer con ella. Entendería el estupor de los aficionados del MU, que mucho, lo que se dice mucho del Athletic, sospecho que no sabían. ¿Pero estos no eran como nosotros? Se habrán preguntado. Bueno, sí, pero hasta hace unos meses. Ahora juegan a otra cosa, mucho más bonita, respetuosa con el balón y aprovechadora del gran talento que atesora en su plantilla.
Pero es que no sólo el Athletic ha ganado en la cancha, sino que su afición ha goleado en la grada. Venía yo con muchas ganas de ver en acción al famoso público inglés, ese orfeón incansable, ese aliento constante, esos cánticos que te ponen la piel de gallina. Pues me he quedado con las ganas, porque nada de nada. Será que la Europa League les interesa un pimiento (algo bastante probable), será que el juego del Athletic les ha dejado mudos. El caso es que los cánticos y el aliento los ha puesto la grada rojiblanca, que no ha parado un minuto, con momento cumbre (además de los goles) cuando ha salido el lehendakari Toquero, auténtico fenómeno de masas.
Tres txitxarros tres, cada uno de su padre y de su madre. El de Llorente, un clásico. Centro y remate de cabeza de toda la vida. El de De Marcos, jugada al primer toque, resolución precisa, puede que en fuera de juego, pero tampoco íbamos a ir al árbitro a decírselo. Además, la jugada ha sido tan bonita que se le perdona la infracción. Y el de Muniaín de pillo, de Raúl, de ambición. Éxtasis total.
Pablo, querido y añorado hermano, lo que hubiésemos disfrutado juntos. Porque estoy seguro que hubieses venido conmigo. Vamos, te ibas a perder tú un Manchester-Athletic. Ni trabajo, ni dinero, ni nada lo hubiese impedido. ¡Y con la camiseta puesta desde el día anterior! Qué menos, si tú eras más del Athletic que San Mamés. Nunca olvidaré una imagen y una frase que me dejaste para siempre. La imagen fue en el Bernabéu. Ganaba el Madrid 3-1 y quedaban unos cinco minutos para acabar el partido. Con el partido ya resuelto, te propuse irnos para evitar la aglomeración del final, pero preferiste quedarte porque igual todavía podría ocurrir un milagro. Y ahí te dejé, con tu hijo José (que dicho sea de paso se está haciendo un poco del Madrid, pero bueno, se puede querer a dos equipos a la vez y no estar loco) esperando lo imposible. Irreductible como la aldea gala de Asterix. Irreductible como la filosofía tan peculiar y maravillosamente anacrónica del Athletic. La frase fue un par de años después. Ya estabas metido en tu dolorosísima separación que te hizo sufrir tanto que hasta tu cuerpo dijo basta. Jugaba el Athletic una eliminatoria de Copa en Valladolid y allí te fuiste, al estadio de la pulmonía, a olvidar todo por unas horas. Cuando volviste soltaste un “menos mal que siempre queda el Athletic” que para mí resume de forma escueta, pero contundente lo que puede llegar a significar un club y una camiseta, la que sea.
Pues eso, que el Athletic ha ganado en Manchester, en Old Trafford nada menos. Otros lo hicieron antes, como recordaba con Santi Segurola antes del partido el día en que mi gordito favorito, el gran Ronaldo, tuvo una actuación portentosa en este mismo campo. Pero eso no quita ni un ápice de satisfacción al haber vuelto despues de más de 50 años a un campo tan mítico, hacerlo con un grupo de chavales jóvenes en periodo de formación, plantarse en el campo diciendo “la pelota es mía”, no desencajándose con el 1-0, no conformándose ni con el 1-1, ni con el 1-2 y terminar recogiendo la admiración de todo el United, empezando por Ferguson. Más que suficiente para hacer lo que he hecho. Sentarme en la grada, respirar hondo y dejarme llevar por la satisfacción que sientes al saber que has estado en el momento justo en el sitio indicado. Lo dicho, ha sido leche.
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6.30. Suena el despertador. Esta vez no me hago la habitual pregunta de casi todas esas mañanas cuando, por la cuestión que sea, debo levantarme antes de que pongan las calles. No, hoy no hay un ”por favor, un ratito más” interior. Hoy es diferente. Me deslizo hasta el cuarto de baño y me encuentro sonriendo a mi colega del espejo. Él sabe mejor que nadie el porqué de mi rostro risueño. “No es para menos” parece decirme. La ducha no me despierta, pues no hace falta. Beso a mi mujer que entiende mi pasión, pero no la comparte. Beso a mi hija, que todavía me pregunta somnolienta que a dónde voy, como si no lo hubiese pregonado por toda la casa una y otra vez desde hace casi un mes. Beso a mi hijo, que no me acompaña, pero que ya sueña con el 25 de mayo en el Vicente Calderón. A la única que no beso es a mi perra, que me sigue con atención perruna mientras salgo a la calle y me obsequia una última mirada tipo “¿dónde vas a estas horas?
Pues me voy a Manchester a cumplir un sueño. Uno muy antiguo. Uno que nació hace más de cuarenta años. Uno que se ha ido alimentando desde entonces. Uno que alguna ocasión he llegado a pensar que no conseguiría hacerlo realidad. Voy a Inglaterra a ver un partido de fútbol del Athletic. Y no un partido cualquiera. Un Manchester-Athletic en Old Trafford. Casi nada.
No hace falta ser un erudito para entender el significado que tiene en Bilbao el Athletic, más cerca de tratarse de una religión que de una afición. Y tampoco hay que ser un concursante del Saber y Ganar para conocer que el fútbol lo inventaron los ingleses (cosa que a veces cuesta creer viendo a su selección). Mucho menos comprender, sobre todo si tienes un mapa delante, que Bilbao limita hacia el norte con Inglaterra, de la que sólo nos separa una pequeña travesía a nado. Sumemos que antes del cambio climático, el tiempo tenía más en común con Londres o Liverpool que con Burgos y ya tenemos todos los elementos para entender que Bilbao, el fútbol, el Athletic e Inglaterra se han entendido siempre muy bien. Tanto que hasta la llegada de Bielsa, el Athletic ha sido estandarte de lo que conocemos como fútbol inglés. Físico, duro, directo. Tanto que esta noche, más de 8.000 locos vamos a estar en Old Trafford acompañando a nuestro equipo en una noche histórica.
Escribo desde el avión mientras las azafatas se van turnando en un ofrecimiento constante de comida, bebida, tabaco, rifas, entradas para el Museo de Cera de Londres o lo que haga falta. Sí, viajo en Ryanair. No, Florentino no me ha podido dejar su avión privado (últimamente parece que no deja casi nada). Pero su sombra es alargada. Justo antes de despegar la sobrecargo nos ha ofrecido un momento para recordar. “Señores pasajeros, tenemos en este vuelo a su disposición los periódicos El País, a 1,40 euros, y el As, donde podrán leer las últimas noticias de Cristiano Ronaldo y sus amigos del Real Madrid”. Juro que son palabras textuales. El revuelo ha sido inmediato pues en este Madrid-Londres viajamos unos 100 feligreses rojiblancos, la mayoría ataviados convenientemente con camisetas y bufandas. CR “y sus amigos del Real Madrid”. ¡Qué bueno!
17.00. Me he venido al dejar las cosas al hotel, cerca de Old Trafford. Es un sitio curioso, ya que las habitaciones dan a un campo de criquet. Sí, el criquet, ese extraño deporte que salvo que seas un súbdito de la Commonwealth, no entiendes absolutamente nada. Ya me lo ha dicho un taxista pakistaní que me ha traido hasta aquí. “In Spain, no criquet”, ha afirmado rotundamente cuando le he dado el nombre del hotel al que iba. Yo lo he ratificado: “No, in Spain, no criquet”. En otras circunstancias le hubiese dado más conversación, que si tenemos fútbol o baloncesto, pero tenía ganas de llegar y descansar los ojos al menos media hora para llegar entero al partido.
La breve conversación en el taxi sobre criquet me ha devuelto a la realidad. Estoy en Inglaterra. Sí, ya sé que llevo unas cuantas horas en Manchester, pero es que más que Manchester, esto parece Bilbao. He comido en una pizzería donde al poco de llegar ya estaba ocupada en TODAS sus mesas por aficionados rojiblancos, he saludado por la calle a un montón de gente con el clásico “!aupa!”, he escuchado en varias esquinas unos Athleeeeeetic y, por último, he dado con mis huesos “debajo de la noria.” Bueno, yo, y unos cuatro mil más.
Uno de los dilemas más habituales en este tipo de emigraciones masivas está representado por la frase “¿dónde quedamos?”. Por razones geográficas y, sobre todo, por cuestiones de visibilidad, en esta ocasión (y sin haber hecho una encuesta) podría asegurar que mínimo en un 85% esta pregunta ha sido contestada con “donde la noria”. Situada al lado de un centro comercial y con los bares suficientes como para abastecer a una multitud sedienta, la noria y sus alrededores se han convertido en el centro neurálgico de la marea. Debajo de la noria, además de cantar en plan cofradía en cuando uno se arrancaba, me han dado mis entradas, me he sacado unas doscientas fotos, me he tomado otra cerveza, me he encontrado con un chaval que me ha regalado una foto de Michael Landon, del que siempre he sido muy fan y he terminado necesitando un momento de paz. De ahí mi falta de ganas de debate sobre los deportes que hay o no hay en España con mi simpático taxista.
22.30 hora local. El campo está de nuevo vacío y me siento un momento para hacer repaso mental de lo ocurrido. No es fácil, pues ha superado las más optimistas de las previsiones. Por resumirlo un poco, ha sido la leche, !hemos ganado al Manchester en su campo! !Y dándoles un baño de fútbol! Hablaba después del partido con Eduardo Rodrigálvarez, periodista de raza, que había una cosa muy curiosa en lo que había ocurrido. Como ya he explicado antes, el Athletic ha sido históricamente una sucursal del fútbol británico fuera de sus fronteras. Y he aquí que llega a jugar a Old Trafford, el gran escenario del fútbol de las islas, un equipo “inglés” y va y lo hace con un estilo radicalmente diferente, como si fuese (exagerando un poco) el Brasil de los 70 y 80. Y en lugar de fútbol directo se la pasan hasta hartarse. Y no dan un patadón casi en todo el partido. Y quieren la pelota. Y saben qué hacer con ella. Entendería el estupor de los aficionados del MU, que mucho, lo que se dice mucho del Athletic, sospecho que no sabían. ¿Pero estos no eran como nosotros? Se habrán preguntado. Bueno, sí, pero hasta hace unos meses. Ahora juegan a otra cosa, mucho más bonita, respetuosa con el balón y aprovechadora del gran talento que atesora en su plantilla.
Pero es que no sólo el Athletic ha ganado en la cancha, sino que su afición ha goleado en la grada. Venía yo con muchas ganas de ver en acción al famoso público inglés, ese orfeón incansable, ese aliento constante, esos cánticos que te ponen la piel de gallina. Pues me he quedado con las ganas, porque nada de nada. Será que la Europa League les interesa un pimiento (algo bastante probable), será que el juego del Athletic les ha dejado mudos. El caso es que los cánticos y el aliento los ha puesto la grada rojiblanca, que no ha parado un minuto, con momento cumbre (además de los goles) cuando ha salido el lehendakari Toquero, auténtico fenómeno de masas.
Tres txitxarros tres, cada uno de su padre y de su madre. El de Llorente, un clásico. Centro y remate de cabeza de toda la vida. El de De Marcos, jugada al primer toque, resolución precisa, puede que en fuera de juego, pero tampoco íbamos a ir al árbitro a decírselo. Además, la jugada ha sido tan bonita que se le perdona la infracción. Y el de Muniaín de pillo, de Raúl, de ambición. Éxtasis total.
Pablo, querido y añorado hermano, lo que hubiésemos disfrutado juntos. Porque estoy seguro que hubieses venido conmigo. Vamos, te ibas a perder tú un Manchester-Athletic. Ni trabajo, ni dinero, ni nada lo hubiese impedido. ¡Y con la camiseta puesta desde el día anterior! Qué menos, si tú eras más del Athletic que San Mamés. Nunca olvidaré una imagen y una frase que me dejaste para siempre. La imagen fue en el Bernabéu. Ganaba el Madrid 3-1 y quedaban unos cinco minutos para acabar el partido. Con el partido ya resuelto, te propuse irnos para evitar la aglomeración del final, pero preferiste quedarte porque igual todavía podría ocurrir un milagro. Y ahí te dejé, con tu hijo José (que dicho sea de paso se está haciendo un poco del Madrid, pero bueno, se puede querer a dos equipos a la vez y no estar loco) esperando lo imposible. Irreductible como la aldea gala de Asterix. Irreductible como la filosofía tan peculiar y maravillosamente anacrónica del Athletic. La frase fue un par de años después. Ya estabas metido en tu dolorosísima separación que te hizo sufrir tanto que hasta tu cuerpo dijo basta. Jugaba el Athletic una eliminatoria de Copa en Valladolid y allí te fuiste, al estadio de la pulmonía, a olvidar todo por unas horas. Cuando volviste soltaste un “menos mal que siempre queda el Athletic” que para mí resume de forma escueta, pero contundente lo que puede llegar a significar un club y una camiseta, la que sea.
Pues eso, que el Athletic ha ganado en Manchester, en Old Trafford nada menos. Otros lo hicieron antes, como recordaba con Santi Segurola antes del partido el día en que mi gordito favorito, el gran Ronaldo, tuvo una actuación portentosa en este mismo campo. Pero eso no quita ni un ápice de satisfacción al haber vuelto despues de más de 50 años a un campo tan mítico, hacerlo con un grupo de chavales jóvenes en periodo de formación, plantarse en el campo diciendo “la pelota es mía”, no desencajándose con el 1-0, no conformándose ni con el 1-1, ni con el 1-2 y terminar recogiendo la admiración de todo el United, empezando por Ferguson. Más que suficiente para hacer lo que he hecho. Sentarme en la grada, respirar hondo y dejarme llevar por la satisfacción que sientes al saber que has estado en el momento justo en el sitio indicado. Lo dicho, ha sido leche.
Resaca Europea
viernes, 9 de marzo de 2012
jueves, 8 de marzo de 2012
Lezama
martes, 6 de marzo de 2012
Carmelo Cedrún: "Este Athletic puede ganar a cualquiera"
(Artículo publicado por Diego Arambalza en el diario Marca el 06/03/2012)
El legendario guardameta rojiblanco recuerda para MARCA la eliminatoria disputada hace 55 años ante el Manchester United en cuartos de final de la Copa de Europa, en la que los leones cayeron ante los diablos rojos después de ganar en un San Mamés nevado por 5-3 en el "mejor partido que se ha visto nunca" en La Catedral.
Pregunta. Cincuenta y cinco años después, el Manchester se vuelve a cruzar en el camino europeo del Athletic.
Respuesta. Es una eliminatoria que me trae muchos recuerdos a la cabeza y me hace una ilusión bárbara. Del equipo que nos enfrentamos al Manchester United quedamos seis futbolistas, que nos solemos reunir de vez en cuando: Mauri, Arteche, Merodio, Uribe, Etura, Maguregi y yo.
"Aquel partido fue fabuloso, el mejor que se ha jugado nunca en San Mamés"
P. La eliminatoria se perdió, pero el partido disputado en Bilbao es recordado como el encuentro más mítico que se ha jugado nunca en San Mamés, y ya es decir.
R. Es que fue fabuloso. Es verdad, es el mejor partido que se ha jugado en San Mamés. El campo estaba totalmente nevado, jugamos con balón y líneas rojas. Había una gran expectación, San Mamés estaba repleto de público, a pesar de que hacía muchísimo frío y apenas se veía porque estaba nevando todo el rato, ¡nevaba la tira!. De todas formas, nosotros no teníamos miedo al Manchester, que era el equipo de moda en Europa, y salimos a por todas. Fue un partido extraordinario entre dos equipos que jugábamos al ataque, a cara descubierta, sin guardarnos nada.
P. La pena fue que el Athletic no pudo pasar a semifinales a pesar del 5-3 de San Mamés porque les remontaron en la vuelta con un 3-0.
R. Sí. El partido de vuelta lo jugamos en Maine Road, el campo del City. Estaba embarrado y en muy malas condiciones. Creo que nos hicieron una jugarreta, pero también pienso que no estuvimos a la altura. Teníamos muchos lesionados y eso nos pasó factura. Daucik tuvo que hacer muchos cambios, dejando a varios titulares fuera del equipo y cambiando de posición a otros. En fin, que no pudo ser.
P. Y para colmo, va usted y se lesiona.
R. Garay me pasó el balón, pero fue una cesión muy corta. Llegó Taylor y me dio una patada en la rodilla derecha que me lesionó. Perdíamos ya 1-0. Fue una pena. Tuve que aguantar como pude el resto del partido porque, por aquel entonces, el portero no podía ser sustituido.
P. Y eso, ante uno de los mejores Manchester de la historia, que al año siguiente sufrió un trágico accidente de avión en Múnich.
R. Era un equipazo. Físicamente eran muy fuertes, daban miedo. Con Viollet, el que metió el segundo gol en Bilbao y el primero en Inglaterra, coincidí siete años después en Baltimore, cuando jugué en Estados Unidos. Él fue uno de los que se salvó del accidente de avión que sufrió el Manchester un año después de jugar contra nosotros. Hablábamos mucho y siempre me decía lo mismo, que aún recordaba el partido de San Mamés, que se habían quedado asustados.
P. ¿Ha cambiado mucho el estilo de jugar de los equipos ingleses?
R. Son equipos extraños, a los que les gusta mucho el fútbol directo. Bombean muy fuerte aunque no muy alto. Ahora mismo, al Manchester United le veo mejor fuera de casa que en Old Trafford, donde esta temporada no parecen encontrarse tan a gusto. De todas formas, son peligrosos y manejan la pelota de maravilla. Por arriba van muy bien y hay que tener cuidado sobre todo en el juego aéreo, que tanto gusta a los equipos ingleses.
P. ¿Cómo ve la eliminatoria actual? ¿Le ve con opciones al actual Athletic?
R. Tengo esperanzas de pasar. Ahora mismo, el Athletic puede ganar a cualquiera. Juega muy bien, toca el balón con mucho criterio y, además, ha juntado en un mismo equipo a una generación con mucho futuro por delante. Será difícil, pero podemos eliminar a los ingleses.
El legendario guardameta rojiblanco recuerda para MARCA la eliminatoria disputada hace 55 años ante el Manchester United en cuartos de final de la Copa de Europa, en la que los leones cayeron ante los diablos rojos después de ganar en un San Mamés nevado por 5-3 en el "mejor partido que se ha visto nunca" en La Catedral.
Pregunta. Cincuenta y cinco años después, el Manchester se vuelve a cruzar en el camino europeo del Athletic.
Respuesta. Es una eliminatoria que me trae muchos recuerdos a la cabeza y me hace una ilusión bárbara. Del equipo que nos enfrentamos al Manchester United quedamos seis futbolistas, que nos solemos reunir de vez en cuando: Mauri, Arteche, Merodio, Uribe, Etura, Maguregi y yo.
"Aquel partido fue fabuloso, el mejor que se ha jugado nunca en San Mamés"
P. La eliminatoria se perdió, pero el partido disputado en Bilbao es recordado como el encuentro más mítico que se ha jugado nunca en San Mamés, y ya es decir.
R. Es que fue fabuloso. Es verdad, es el mejor partido que se ha jugado en San Mamés. El campo estaba totalmente nevado, jugamos con balón y líneas rojas. Había una gran expectación, San Mamés estaba repleto de público, a pesar de que hacía muchísimo frío y apenas se veía porque estaba nevando todo el rato, ¡nevaba la tira!. De todas formas, nosotros no teníamos miedo al Manchester, que era el equipo de moda en Europa, y salimos a por todas. Fue un partido extraordinario entre dos equipos que jugábamos al ataque, a cara descubierta, sin guardarnos nada.
P. La pena fue que el Athletic no pudo pasar a semifinales a pesar del 5-3 de San Mamés porque les remontaron en la vuelta con un 3-0.
R. Sí. El partido de vuelta lo jugamos en Maine Road, el campo del City. Estaba embarrado y en muy malas condiciones. Creo que nos hicieron una jugarreta, pero también pienso que no estuvimos a la altura. Teníamos muchos lesionados y eso nos pasó factura. Daucik tuvo que hacer muchos cambios, dejando a varios titulares fuera del equipo y cambiando de posición a otros. En fin, que no pudo ser.
P. Y para colmo, va usted y se lesiona.
R. Garay me pasó el balón, pero fue una cesión muy corta. Llegó Taylor y me dio una patada en la rodilla derecha que me lesionó. Perdíamos ya 1-0. Fue una pena. Tuve que aguantar como pude el resto del partido porque, por aquel entonces, el portero no podía ser sustituido.
P. Y eso, ante uno de los mejores Manchester de la historia, que al año siguiente sufrió un trágico accidente de avión en Múnich.
R. Era un equipazo. Físicamente eran muy fuertes, daban miedo. Con Viollet, el que metió el segundo gol en Bilbao y el primero en Inglaterra, coincidí siete años después en Baltimore, cuando jugué en Estados Unidos. Él fue uno de los que se salvó del accidente de avión que sufrió el Manchester un año después de jugar contra nosotros. Hablábamos mucho y siempre me decía lo mismo, que aún recordaba el partido de San Mamés, que se habían quedado asustados.
P. ¿Ha cambiado mucho el estilo de jugar de los equipos ingleses?
R. Son equipos extraños, a los que les gusta mucho el fútbol directo. Bombean muy fuerte aunque no muy alto. Ahora mismo, al Manchester United le veo mejor fuera de casa que en Old Trafford, donde esta temporada no parecen encontrarse tan a gusto. De todas formas, son peligrosos y manejan la pelota de maravilla. Por arriba van muy bien y hay que tener cuidado sobre todo en el juego aéreo, que tanto gusta a los equipos ingleses.
P. ¿Cómo ve la eliminatoria actual? ¿Le ve con opciones al actual Athletic?
R. Tengo esperanzas de pasar. Ahora mismo, el Athletic puede ganar a cualquiera. Juega muy bien, toca el balón con mucho criterio y, además, ha juntado en un mismo equipo a una generación con mucho futuro por delante. Será difícil, pero podemos eliminar a los ingleses.
Humor rojiblanco que circula por internet
Muy pero que muy bueno. Es de la final de 2009 pero sigue estando igual de vigente.
lunes, 5 de marzo de 2012
Participaciones del Athletic Club en Europa (1971 - 72)
COPA DE FERIAS
Southampton 2 – Athletic 1
Ronda 1/32 Partido de ida
15 de septiembre de 1971
Alineaciones:
Southampton: Martin, Kirkup, Hollywood, Fischer, McGrath , Gabriel, Paine, Channon, Stokes 46', O'Neil, Jenkins, Davies 46'
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola , Larrauri, Villar 73', Argoitia 56', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I , Ortuondo 56', Carlos 73'
GOLES: 0-1 (57') Arieta II; 1-1 (63') Jenkins; 2-1 (68') O'Neil, de penalti
Así lo contó 'El Correo': "Los jugadores del Southampton —juicio que les anticipaba en las crónicas anteriores— son, en general, los más violentos, "sucios" y mal intencionados, que he conocido en mi vida. Salvo dos o tres excepciones —léanse los nombres de Channon, Martí, Paine— los restantes son peligrosísimos. No se trata de virilidad, no, nada de eso. Lo de ayer fue mala intención, Ir al jugador, como fueron contra Arieta, contra el propio Iribar, contra Rojo II... a partirles una pierna al menor descuido. Pues bien, contra estos hombres otros hombres —once aldeanos de mi tierra— supieron responder con mayor corrección, con menos picardía, pero siempre con hombría, con entereza, con verdadera y ejemplar gallardía."
Ver portada El Correo
Athletic 2 – Southampton 0
Ronda 1/32 Partido de vuelta
29 de septiembre de 1971
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola, Villar 54', Larrauri, Argoitia 63', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Igartua 54', Ortuondo 63'
Southampton: Martin, Kirkup, McGrath, Hollywood, Fisher 76', Walker, Paine, Channon, Stokes 69', O'Neil, Jenkins, Davies 69', O'Brien 76'
GOLES: 1-0 (69') Ortuondo; 2-0 (89') Arieta II
Así lo contó 'El Correo': "El partido fue una repetición del que disputaron en Southampton, pero ganando. Porque si allí pusieron la mejor voluntad para defender la primera parte de una eliminatoria, aquí se desmelenaron, dejaron a un lado el maullido felino del gato inofensivo, para volver a dejar sentir el rugido del león que todos los jugadores, por naturaleza, llevan dentro."
Ver portada El Correo
Eintracht Braunschweig 2 – Athletic 1
Ronda 1/16 Partido de ida
20 de octubre de 1971
Alineaciones:
Eintracht Braunschweig: Franke, Grzyb, Base, Lorents, Merkhoffer, Haebermann, Hann, Gersdorff, Geriwin, Brundl, Erlerç
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola, Igartua, Larrauri, Argoitia 51', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Ortuondo 51'
GOLES: 0-1 (14') Arieta II; 1-1 (15') Brundl; 2-1 (33') Brundl, de penalti
Así lo contó 'El Correo': "El partido, de verdad, no tuvo calidad de ninguna clase. Fue un encuentro entre dos equipos de barrio donde los fallos —garrafales e incomprensibles los más— se dieron con una continuidad impresionante. Fallos de bulto, errores no permitidos a jugadores de primera división que correteaban por el campo —más y mejor los germanos— en busca de un balón que, una vez Conseguido, desperdiciaban lastimosamente entregándoselo al contrario o cediéndolo mal —viene a ser lo mismo— al compañero que debía de estar allí y nunca lo hacía."
Ver portada El Correo
Athletic 2- Eintracht Braunschweig 2
Ronda 1/16 Partido de ida
3 de noviembre de 1971
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Beitia, Gisasola, Igartua, Larrauri, Estéfano 46', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Ortuondo 46'
Eintracht Braunschweig: Franke, Grzyb, Merkhoffer, Kacck, Base, Haebermann, Gersdorff, Lorenz, Gerwien, Brundl, Erler
GOLES: 0-1 (5') Erler; 1-1 (41') Uriarte; 1-2 (80') Brundl; 2-2 (90') Rojo II
Así lo contó 'El Correo': "Los alemanes hicieron su partido. Salieron con un sistema defensivo impresionante y lograron su objetivo a la perfección y no ganaron el encuentro, porque no era su finalidad. El destino, la auténtica meta, era salvar la eliminatoria y lo consiguieron. La línea media alemana se impuso de punta a cabo. Uriarte fue anulado por Habermann, e Igartua …, por sí mismo".
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Southampton 2 – Athletic 1
Ronda 1/32 Partido de ida
15 de septiembre de 1971
Alineaciones:
Southampton: Martin, Kirkup, Hollywood, Fischer, McGrath , Gabriel, Paine, Channon, Stokes 46', O'Neil, Jenkins, Davies 46'
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola , Larrauri, Villar 73', Argoitia 56', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I , Ortuondo 56', Carlos 73'
GOLES: 0-1 (57') Arieta II; 1-1 (63') Jenkins; 2-1 (68') O'Neil, de penalti
Así lo contó 'El Correo': "Los jugadores del Southampton —juicio que les anticipaba en las crónicas anteriores— son, en general, los más violentos, "sucios" y mal intencionados, que he conocido en mi vida. Salvo dos o tres excepciones —léanse los nombres de Channon, Martí, Paine— los restantes son peligrosísimos. No se trata de virilidad, no, nada de eso. Lo de ayer fue mala intención, Ir al jugador, como fueron contra Arieta, contra el propio Iribar, contra Rojo II... a partirles una pierna al menor descuido. Pues bien, contra estos hombres otros hombres —once aldeanos de mi tierra— supieron responder con mayor corrección, con menos picardía, pero siempre con hombría, con entereza, con verdadera y ejemplar gallardía."
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Athletic 2 – Southampton 0
Ronda 1/32 Partido de vuelta
29 de septiembre de 1971
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola, Villar 54', Larrauri, Argoitia 63', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Igartua 54', Ortuondo 63'
Southampton: Martin, Kirkup, McGrath, Hollywood, Fisher 76', Walker, Paine, Channon, Stokes 69', O'Neil, Jenkins, Davies 69', O'Brien 76'
GOLES: 1-0 (69') Ortuondo; 2-0 (89') Arieta II
Así lo contó 'El Correo': "El partido fue una repetición del que disputaron en Southampton, pero ganando. Porque si allí pusieron la mejor voluntad para defender la primera parte de una eliminatoria, aquí se desmelenaron, dejaron a un lado el maullido felino del gato inofensivo, para volver a dejar sentir el rugido del león que todos los jugadores, por naturaleza, llevan dentro."
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Eintracht Braunschweig 2 – Athletic 1
Ronda 1/16 Partido de ida
20 de octubre de 1971
Alineaciones:
Eintracht Braunschweig: Franke, Grzyb, Base, Lorents, Merkhoffer, Haebermann, Hann, Gersdorff, Geriwin, Brundl, Erlerç
Athletic: Iribar, Sáez, Etxeberria, Gisasola, Igartua, Larrauri, Argoitia 51', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Ortuondo 51'
GOLES: 0-1 (14') Arieta II; 1-1 (15') Brundl; 2-1 (33') Brundl, de penalti
Así lo contó 'El Correo': "El partido, de verdad, no tuvo calidad de ninguna clase. Fue un encuentro entre dos equipos de barrio donde los fallos —garrafales e incomprensibles los más— se dieron con una continuidad impresionante. Fallos de bulto, errores no permitidos a jugadores de primera división que correteaban por el campo —más y mejor los germanos— en busca de un balón que, una vez Conseguido, desperdiciaban lastimosamente entregándoselo al contrario o cediéndolo mal —viene a ser lo mismo— al compañero que debía de estar allí y nunca lo hacía."
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Athletic 2- Eintracht Braunschweig 2
Ronda 1/16 Partido de ida
3 de noviembre de 1971
Alineaciones:
Athletic: Iribar, Sáez, Beitia, Gisasola, Igartua, Larrauri, Estéfano 46', Uriarte, Arieta II, Rojo II, Rojo I, Ortuondo 46'
Eintracht Braunschweig: Franke, Grzyb, Merkhoffer, Kacck, Base, Haebermann, Gersdorff, Lorenz, Gerwien, Brundl, Erler
GOLES: 0-1 (5') Erler; 1-1 (41') Uriarte; 1-2 (80') Brundl; 2-2 (90') Rojo II
Así lo contó 'El Correo': "Los alemanes hicieron su partido. Salieron con un sistema defensivo impresionante y lograron su objetivo a la perfección y no ganaron el encuentro, porque no era su finalidad. El destino, la auténtica meta, era salvar la eliminatoria y lo consiguieron. La línea media alemana se impuso de punta a cabo. Uriarte fue anulado por Habermann, e Igartua …, por sí mismo".
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El Athletic buscará la revancha ante el Manchester United 55 años después
(Artículo de la agencia EFE publicado en el diario DEIA el 05/03/2012)
El Athletic Club buscará ante el Manchester United en los octavos de final de la Liga Europa la revancha deportiva 55 años después de que el equipo británico eliminara al bilbaino en la segunda edición de la Copa de Europa, la de la temporada 1956-1957.
BILBAO. Con el paso de los años, aquella eliminatoria ha adquirido casi categoría de leyenda en el club bilbaino, sobre todo después del partido de ida disputado en San Mamés el 16 de enero de 1957 bajo una intensa nevada y que acabó con triunfo rojiblanco por un espectacular 5-3.
Dos goles de Uribe y uno de Markaida le dieron al Athletic una ventaja al descanso de 3-0 recortada por Taylor y Violet en los diez primeros minutos de la reanudación.
Merodio y Artetxe abultaron el marcador hasta el 5-2, pero Whelan puso el 5-3 definitivo a cinco minutos del final.
En la vuelta, disputada el de 6 febrero en Maine Road, estadio entonces del Manchester City, los 'diablos rojos' le dieron la vuelta a la eliminatoria con un gol de Whelan antes del descanso y dos más de Taylor y Berry en la segunda parte que plasmaron el 3-0 que dejó al Athletic fuera de las semifinales.
Uno año más tarde varios de esos jugadores que se enfrentaron al Athletic, como Byrnes, Tylor, Whelan, Pegg o Colman fallecieron en el accidente aéreo sufrido en Múnich por el avión que transportaba al Manchester United después de disputar una eliminatoria europea en Belgrado con el Estrella Roja.
El Athletic Club buscará ante el Manchester United en los octavos de final de la Liga Europa la revancha deportiva 55 años después de que el equipo británico eliminara al bilbaino en la segunda edición de la Copa de Europa, la de la temporada 1956-1957.
BILBAO. Con el paso de los años, aquella eliminatoria ha adquirido casi categoría de leyenda en el club bilbaino, sobre todo después del partido de ida disputado en San Mamés el 16 de enero de 1957 bajo una intensa nevada y que acabó con triunfo rojiblanco por un espectacular 5-3.
Dos goles de Uribe y uno de Markaida le dieron al Athletic una ventaja al descanso de 3-0 recortada por Taylor y Violet en los diez primeros minutos de la reanudación.
Merodio y Artetxe abultaron el marcador hasta el 5-2, pero Whelan puso el 5-3 definitivo a cinco minutos del final.
En la vuelta, disputada el de 6 febrero en Maine Road, estadio entonces del Manchester City, los 'diablos rojos' le dieron la vuelta a la eliminatoria con un gol de Whelan antes del descanso y dos más de Taylor y Berry en la segunda parte que plasmaron el 3-0 que dejó al Athletic fuera de las semifinales.
Uno año más tarde varios de esos jugadores que se enfrentaron al Athletic, como Byrnes, Tylor, Whelan, Pegg o Colman fallecieron en el accidente aéreo sufrido en Múnich por el avión que transportaba al Manchester United después de disputar una eliminatoria europea en Belgrado con el Estrella Roja.
San Mamés, eso no se hace
De todos es sabido que la afición del Athletic Club es una de las mejores aficiones del mundo, que digo una de las mejores, es la mejor, que para eso somos de Bilbao.
Los rivales que visitan La Catedral ya saben que el empuje que da el público al equipo es más de medio gol, que cuando las cosas pintan bastos se ponen del lado del equipo remando todos en la misma dirección, no importa el puesto en la clasificación ni la entidad del rival para que se llene el campo domingo tras domingo.
También saben que al público de La Catedral le gusta el buen fútbol ofrecido tanto a nivel individual como colectivamente y que no les duelen prendas en reconocerlo, aunque el que haya puesto el buen fútbol sea el equipo rival.
Reaccionamos negativamente ante la visita de un rival solo en casos puntuales y como defensa a un ataque directo hacia nuestro equipo o hacia uno de sus integrantes. Buenos si, tontos no.
Después de estos pequeños apuntes pongámonos en antecedentes de lo acaecido ayer en el Derby. Son los últimos compases del partido, el marcador refleja un 2-0 tranquilizador, el Athletic controla la pelota a base de tocarla y tocarla en horizontal, haciendo que el equipo txuriurdin se dedicase a perseguir sombras. Cada toque de balón era acompañado por un sonoro OLEEEE!!! por parte de las gradas. Pero bueno, ¿donde a quedado el señorío de San Mamés?, eso es propio de la afición de un equipo de cuarta. Pongámonos por un momento en el lugar del contrario. ¿Cómo nos sentaría a nosotros que nos toreasen de esa forma?. Pues a cuerno quemado, naturalmente.
Los rivales que visitan La Catedral ya saben que el empuje que da el público al equipo es más de medio gol, que cuando las cosas pintan bastos se ponen del lado del equipo remando todos en la misma dirección, no importa el puesto en la clasificación ni la entidad del rival para que se llene el campo domingo tras domingo.
También saben que al público de La Catedral le gusta el buen fútbol ofrecido tanto a nivel individual como colectivamente y que no les duelen prendas en reconocerlo, aunque el que haya puesto el buen fútbol sea el equipo rival.
Reaccionamos negativamente ante la visita de un rival solo en casos puntuales y como defensa a un ataque directo hacia nuestro equipo o hacia uno de sus integrantes. Buenos si, tontos no.
Después de estos pequeños apuntes pongámonos en antecedentes de lo acaecido ayer en el Derby. Son los últimos compases del partido, el marcador refleja un 2-0 tranquilizador, el Athletic controla la pelota a base de tocarla y tocarla en horizontal, haciendo que el equipo txuriurdin se dedicase a perseguir sombras. Cada toque de balón era acompañado por un sonoro OLEEEE!!! por parte de las gradas. Pero bueno, ¿donde a quedado el señorío de San Mamés?, eso es propio de la afición de un equipo de cuarta. Pongámonos por un momento en el lugar del contrario. ¿Cómo nos sentaría a nosotros que nos toreasen de esa forma?. Pues a cuerno quemado, naturalmente.